El SMI y la reducción de jornada costarán 3.000 euros por trabajador
Una subida del salario mínimo (SMI) de 50 euros -hasta 1.184 euros brutos- está cada vez más cerca. Se trata de la opción más alta que propone el comité de expertos convocado por Trabajo, que aconseja una subida de entre el 3,4% y el 4,4% de aquí a 2025, lo que elevaría el SMI de 39 a 50 euros brutos mensuales -entre 1.173 euros o 1.184 euros-. Así lo ha confirmado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y lo llevará a la mesa de diálogo social, en la que las patronales CEOE y Cepyme ya han avisado de que no apoyarán esa subida máxima y que su intención es que, «como mucho», supongan una cifra entre el incremento del IPC (2,8%) y lo que han hecho los salarios por convenio, el 3,07 %. Y tienen motivos para negarse, ya que denuncian que el aumento de costes, cotizaciones y cargas para pymes y autónomos sería «inasumible» y tendría consecuencias «muy negativas» sobre el empleo y la contratación.
De confirmarse la propuesta de una subida de 50 euros para este año, el coste real alcanzaría casi los 1.000 euros extra por cada trabajador, que sumado al incremento que calcula CEOE por la reducción de jornada, la cifra final superaría los 3.000 euros por año. por empleado, los que corresponden a un incremento de casi 1.000 euros en nuevos costes salariales y aplicó una promoción estimada del 6,25% por la reducción de jornada que se pretende aprobar, con un coste adicional de 2.000 euros.
Según Cepyme, con los 1.184 euros brutos en 14 pagas, el salario anual alcanzaría los 22.845 euros, 979 euros más que los 21.866 euros del año pasado, a lo que habría que sumar las nuevas cotizaciones sociales, que se incrementarían en 280 euros. , cifra que aumentaría con el incremento del 0,8% en el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) –el 0,67% lo pagaría empresas y el 0,13% por asalariados. Con todos los cargos y pagos adicionales, la patronal de las pymes eleva el coste salarial real mensual hasta los 1.903 euros -un 4,5% más que el año anterior-, que sería aún mayor, 2.077 euros, si se tomara como referencia. el coste salarial mensual efectivo –que tiene en cuenta el coste salarial dividido en once meses de trabajo, es decir, sin contar el tiempo de vacaciones–, es decir, 893 euros por encima de la cantidad bruta a cobrar por el empleado.
Por tanto, este incremento del SMI supondría un coste salarial para la empresa hasta un 75% superior al SMI total, en función de la cotización por accidentes de trabajo.
Las continuas subidas del salario mínimo desde 2018 han elevado el salario mínimo un 54% desde entonces -un 30% ajustado a la inflación-, que despegará hasta el 60% con la aprobación de otros 50 euros este año. Una medida que afectará principalmente a autónomos y pequeñas empresas, que por su reducida estructura, menor productividad y menor uso de economías de escala «tienen menos recursos para asumir este incremento de costes», apunta Cepyme. Asimismo, denuncian que el SMI aumentaría incluso por encima del 60% del salario medio, lo que provocaría que alcanzara el 70% en las pymes y en algunos territorios superara ampliamente el 80% de la media provincial.
La patronal recuerda que la subida del salario mínimo también debe ser acorde -tal y como establece el Estatuto de los Trabajadores- a las condiciones de la situación, «que pinta un claro escenario de desaceleración», y a la productividad, que ha caído un 3,8% desde 2018, coincidiendo con el periodo de fuertes subidas del SMI. Esta caída de la productividad contrasta con un aumento medio del 4,6% en los países más avanzados, lo que revela una pérdida de competitividad.
Para el presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, con esta nueva subida el SMI acumularía un incremento porcentual que dista de la evolución de otros indicadores. «La inflación no ha subido un 60%, ni los resultados empresariales ni, por supuesto, la economía».
Desde 2018, estos continuos aumentos han llevado al salario mínimo a convertirse en el más habitual en España, periodo en el que el salario medio creció cuatro veces menos, situándose en 1.599 euros brutos mensuales. La última encuesta de estructura salarial del INE refleja que más del 20% de los asalariados tenían un beneficio bruto anual de entre 14.000 y 19.000 euros, la mayoría ocupados por autónomos y en micropymes, lo que demuestra que estos colectivos serán los más afectados por un nuevo ascenso.
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