El tabú se está rompiendo y no nos vamos a rendir
Antonio Scala tiene 58 años y está enamorado de una mujer casada que tiene 17 menos que él. La circunstancia no daría mucho de qué hablar si no fuese por un añadido. Hasta esta semana, Scala era el párroco de alrededor de 4.000 feligreses de la pequeña iglesia de San Giorgio y el vicedirector de Cáritas de la sugerente isla de Ischia, en el mar Tirreno. El obispo de Ischia, monseñor Carlo Villano, ya lo ha suspendido.
[–>[–>[–>[–>«Amo a una mujer casada pero no soy un rompehogares», ha dicho Scala, que no se ha escondido y ha relatado lo ocurrido sin arrepentimiento. «Muchos sacerdotes se sienten solos y quisieran una esposa», ha explicado. De momento, el hombre vive con su madre anciana, y ella, en una casa con sus hijos. De momento, del excónyuge de la mujer, en cambio, no existe demasiada información. Queda un hecho: que la historia es un ‘déjà vu’. Años atrás, otro sacerdote de la misma isla ya colgó los hábitos después de que se le descubriera un hijo y él decidiera reconocer su paternidad y la unión con una feligresa.
[–>Nuevos casos
[–>[–>[–>
El fenómeno no es nuevo y el patrón es parecido en todo el mundo. De hecho, en Catalunya levantó ampollas el caso del obispo de Solsona Xavier Novell, quien se emparejó con una mujer que ha escrito libros de satanismo. En España, la Asociación de Sacerdotes Casados existe desde hace más de medio siglo; en Italia, la Asociación Vocatio se creó en la década de los años 70 y existen otras organizaciones similares en distintos países.
[–>[–>[–>
No obstante, cabe decir que de un tiempo a esta parte el clima es distinto: cada vez más sacerdotes revelan sus relaciones afectivas sin los miedos y el recelo de antaño. Italia es un país bastante revelador de esta realidad. Se trata de un territorio con una gran prevalencia de ciudadanos que se declaran católicos, bastante conservador y, además, alberga al mismísimo Vaticano. Aun así, ya no es ninguna rareza que las historias de los sacerdotes que se enamoran se conozcan con detalle y que los mismos involucrados hagan declaraciones públicas y opinen sobre sus circunstancias. «Es un tabú que ya no existe», dice a este diario Natale Mele, coordinador de la asociación Vocatio y antiguo cura casado.
[–>[–>[–>
De ahí que el caso de Ischia, si bien algo extraordinario, no es único. El año pasado diversos sacerdotes italianos emprendieron ese mismo camino y algunos son particularmente conocidos. Entre ellos, Antonio Romano, sacerdote durante 32 años y párroco de Chiusano San Domenico, en la sureña región de Campania, que comunicó su decisión de dejar de ser sacerdote en Facebook. “No puedo continuar luchando contra mi naturaleza”, explicó Romano, que ya se ha casado.
[–>[–>[–>
Batalla activa
[–>[–>[–>
La otra historia italiana significativa es la de Daniele Fregonese, cura y profesor de Derecho Canónico originario de Treviso, en el extremo norte de Italia, y que renunció al sacerdocio en las mismas circunstancias. Lo extraordinario de este caso, sin embargo, es que, según explicó un anciano sacerdote al diario ‘Il Corriere della Sera‘, Fregonese se sumaba a una lista de hasta hasta 20 párrocos que en los últimos dos años y medio habían renunciado al sacerdocio por razones sentimentales en esa misma zona geográfica. Otro religioso, Giuliano Costalunga, explicó años atrás en entrevista que se había enamorado de un hombre y se iba a vivir con él a Canarias.
[–>[–>
La situación coincide con las anunciadas aperturas de Francisco. Si bien el Papa argentino no ha modificado las reglas sobre el celibato –que no es un dogma y fue introducido con los concilios de Letrán en el siglo XII: de hecho, los primeros sacerdotes no necesitaban ser célibes– y ya renunció a ordenar hombres casados en 2020, muchas asociaciones que piden el fin de la obligatoriedad del celibato de los sacerdotes no se rinden.
[–>[–>[–>
«No nos rendimos»
[–>[–>[–>
«Por supuesto que no nos rendimos. Francisco no ha querido dar el paso por miedo a la reacción de los tradicionalistas, pero sí ha dado disposiciones claras a los obispos de que ayuden a los que deciden casarse para que sean mayormente integrados en las actividades pastorales», dice Mele. «Ahora estamos en ese proceso», explica.
[–>[–>[–>
Otros insisten aún más determinados. «Los sacerdotes casados con sus familias podrían ser una gran riqueza para la Iglesia”, ha afirmado esta misma semana el Movimiento Internacional Curas Casados, activo desde 2003. “[Los curas casados] podría ser reintegrado con una disposición canónica del Papa paral servicio pastoral activo en iglesias sin sacerdote o en servicios diocesanos», han pedido.
[–>[–>[–>[–>
Otras voces también se han situado recientemente en esta dirección. Una de ellas ha sido la del cardenal de la ciudad brasileña de Manaus, Leonardo Steiner, quien ha apuntado a que la posibilidad de ordenar a los llamados ‘viri probati’ (hombres virtuosos casados) «no está cerrada», especialmente en zonas remotas y con escasa presencia del clero. Algo quizá, pese a todo, esté cambiando.
[–>[–>[–>
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí