El tejido empresarial de Tarragona exige un POUM alejado del “tablero de ajedrez ideológico”

El tejido de negocios de la ciudad de Tarragona ha exigido que el consistorio lidere al alcalde Ruben Viñual a aplicar un urbanismo de «visión» y el nuevo Plan de Planificación Municipal urbana (POUM) se propone y procesa con atención a las necesidades reales de la ciudadanía y no a los intereses de las partes.
En una opinión, Tribune publicado en el ‘Diari de Tarragona’, la vocal de la Junta de Cambra del propietario urbano de Tarragona Urbana Rifaterra ha reclamado avances en el Poum que baraja la «Junta de Ajuste ideológica» y se coloca en el centro de las decisiones de los residentes de la ciudad.
«¿Dónde debería crecer Tarragona? La respuesta debería ser simple: dónde quieren sus ciudadanos, pero no es así», reflexiona, después de agregar que la ideología, disfrazada de técnica, impone límites a lo que debería ser una decisión basada en la lógica, la demanda y la calidad de vida.
¿En la galería, titulado ‘Tarragona y su pouum, urbanismo o ideología? y otro, que se aferra a una supuesta tranquilidad, reacia a compartir su entorno.
«El resultado es una ciudad dividida; pone a los menos favorecidos y toma para los más ricos», dice. En este sentido, Rifaterra se niega a perpetuar esta dicotomía y centrarse en la calidad de vida y la salud de los ciudadanos.
Y se pregunta si la ciudad debe crecer por ponente, con el apagón reciente y el humo negro que rodeó los vecindarios de esta área, de los polígonos industriales: «¿Queremos continuar asignando clases populares para vivir bajo chimeneas contaminantes mientras protegen otros espacios?» Él cuestiona.
En su opinión, el futuro de la ciudad no está escrito con consignas e insiste en que «coser vecindarios» ya no significa levantar bloques de ediciones pegadas entre sí, sino tejidas redes de transporte modernas, rápidas y eficientes.
Tratamiento
Paralelamente, el concejal del urbanismo del consistorio, Nacho García, ha reconocido, por primera vez, que la aprobación inicial del POUM va con un retraso del calendario: este primer semestre fue fijo y la ha atribuido a «motivos técnicos» relacionados con los informes solicitados para ejecutar el plan.
En una entrevista en Ràdio Ciutat de Tarragona, el alcalde socialista explicó que, después de la DANA en noviembre pasado, se adoptaron un conjunto de medidas que modificaron algunos criterios en aspectos relacionados con la inundación.
Según García, las obras tendrán que «reconstruir» los trabajos, teniendo en cuenta que del generalitat se escribió un nuevo decreto sobre este tema que el futuro plan general debe recolectar. «Seguramente tendremos que retrasar el calendario por un asunto no tan político como técnico», dijo el jefe municipal.
Según el Consejo de la Ciudad, la aprobación inicial podría llevarse a cabo «a fines de 2025» y, mientras, mantendrá la ronda de contacto con las partes para llegar a un acuerdo inicial y que se intenta que estará lejos del consenso deseado.
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