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el trasplante combinado de riñón y corazón elimina el rechazo en monos

el trasplante combinado de riñón y corazón elimina el rechazo en monos
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  • Publishedenero 22, 2025


El rechazo de órganos sigue siendo una de las principales complicaciones en los pacientes trasplantados, constituyendo una de las principales causas de fracaso del trasplante. Para evitar este rechazo, los pacientes deben seguir un tratamiento inmunosupresor de por vida que, aunque eficaz, Provocan múltiples efectos secundarios.

Por este motivo, las investigaciones se han centrado en desarrollar estrategias para inducir tolerancia inmunológica, de modo que el sistema inmunológico acepte órganos y tejidos trasplantados sin recurrir a inmunosupresión farmacológica.

Hoy, un estudio publicado en “Science Translational Medicine” presenta una estrategia innovadora: el trasplante combinado de corazón y riñón.

Según investigadores coordinados por Makoto Tonsho, del Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos), la estrategia demostró, en monos -macacos cynomolgus- que, en el caso de un trasplante de corazón, el uso de estos fármacos podría evitarse si estuvieran asociados a un riñón. trasplante del mismo donante.

Su estudio se basa en trabajos preclínicos previos que muestran que el cotrasplante de corazón, así como el trasplante de riñón y médula ósea, pueden prevenir el rechazo del trasplante de corazón.

Los científicos ya habían demostrado que dos procedimientos llamados condicionamiento no mieloablativo seguido de un trasplante de médula ósea de un donante podría establecer tolerancia a los trasplantes de riñón en primates no humanos, extendiendo así la vida útil de los órganos. Sin embargo, replicar este éxito con los trasplantes de corazón ha sido un largo camino.

“Uno de los procedimientos más estudiados para obtener inmunotolerancia consiste en combinar el trasplante del órgano con otra médula ósea u otra forma de progenitores hematopoyéticos del mismo donante precedido de un tratamiento preparatorio”, asegura en ABC Salud. Rafael Matesanzcreador y fundador de la Organización Nacional de Trasplantes. Así, comenta, en España determinados centros como el hospital de La Paz o el hospital Gregorio Marañón de Madrid están estudiando esta estrategia, con células del timo o combinada con un trasplante de médula ósea.

Hoy, añade, mientras en Estados Unidos este tipo de trasplante combinado corazón-riñón representa el 5% de todos los trasplantes de corazón, en España es menos del 1%, apenas uno al año.

El equipo de Tonsho estudió si trasplantar un riñón y un corazón del mismo donante podría inducir la supervivencia a largo plazo de los corazones trasplantados.

El equipo desarrolló un protocolo en el que realizaron un trasplante de médula ósea de un donante una semana antes del cotrasplante de órganos en monos y los compararon con otros monos que recibieron un trasplante de corazón solo o un trasplante de corazón y riñón del mismo donante incompatible.

Los resultados mostraron que los corazones trasplantados sobrevivieron significativamente más tiempo sin necesidad de fármacos inmunosupresores en trasplantes dobles, en comparación con los animales que recibieron corazones únicamente.

Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes, explica que el estudio demuestra cómo, cuando se trasplantan médula ósea y riñón de un mismo donante, el riñón parece colaborar con el efecto tolerogénico del tejido hematopoyético, que permite la aceptación de terceros órganos, como el corazón (que por sí solo no tiene este efecto) e incluso cuartos injertos, como la piel, que también evalúan.

Ahora, dijo a Science Media Center, «los autores no demuestran cuál es la causa, lo cual es una limitación del estudio, aunque correlacionan sus resultados con la aparición de algo de tejido linfoide en el riñón, en el que se detecta la presencia de «foxP3». «-linfocitos T reguladores positivos».

Según explica el estudio, esta tolerancia estaría ligada a las estructuras linfoides de los riñones ricas en células T reguladoras, conocidas por sus propiedades inmunocalmantes.

Como un paso hacia la traducción clínica, los autores también adaptaron el protocolo simultáneo para tener en cuenta los trasplantes de donantes fallecidos. “Una versión de este protocolo podría inducir tolerancia en pacientes con insuficiencia cardiaca y renal enfermos terminales que requieren un trasplante combinado de corazón y riñón”, escriben los investigadores.

Límites

Para Beatriz Domínguez-Gil, el trabajo es metodológicamente sólido, «aunque otra de sus limitaciones es que los resultados no son los mismos en todos los casos del grupo de estudio, algunos incluso desarrollan rechazo al trasplante de corazón al cabo de un tiempo».

En definitiva, añade, “el estudio supone un avance hacia la consecución de la tolerancia inmunológica en el campo del trasplante de órganos, aunque resulta difícil valorar si estos resultados serían reproducibles en el hombre”.

Para Matesanz, «el artículo representa una contribución experimental “Sin duda es interesante comprender mejor cómo gestionar la inmunotolerancia en la clínica, pero la contribución es más teórica que práctica”.

Sin embargo, reconoce que a partir de la información obtenida en este trabajo sobre los mecanismos de inducción de tolerancia inmunológica que evitan la necesidad de inmunosupresión a largo plazo, como un posible aumento de linfocitos T reguladores en los órganos linfoides del riñón -incluso, es posible buscar nuevas estrategias que induzcan la tolerancia inmune. Pero subraya: “El estudio se realizó en monos, no debemos olvidar que«.



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