Casi tres semanas después de que la Corte Suprema condenara al fiscal general del estado a dos años de inhabilitación por divulgación de datos confidencialesLa Sala Penal ha hecho pública la sentencia. Un fallo en el que se da por probado que fue el fiscal general o «una persona cercana a él y de su conocimiento» quien filtró el correo electrónico de la defensa de González Amador en el que tenía conocimiento de dos delitos fiscales.

También apunta a su responsabilidad en la nota de prensa en la que se incluía un fragmento de ese correo electrónico y, por tanto, el Tribunal Supremo condena al fiscal general por ambas cosas como autor de la filtración del correo electrónico y también por la nota de prensa en la que se incluía un extracto de esa comunicación del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso.

El tribunal recuerda que el Fiscal General del Estado no puede responder a una noticia falsa cometiendo un delito, y destaca que tenía un deber reforzado de confidencialidad que incumplió sin justificación.

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