El viaje de 15 meses que cambió la vida de Axel Pons, piloto de Moto2
Axel Pons, conocido por su experiencia en el mundo del motociclismo en la categoría Moto2, ha realizado una de las transformaciones más sorprendentes de los últimos años. A sus 33 años, el español ha dejado atrás su carrera como piloto y el mundo de la moda, dos mundos que, en su momento, le trajeron éxito y fama. Sin embargo, una profunda preocupación le llevará a tomar una decisión radical: emprender un viaje espiritual que cambiará por completo su vida. Pons inició un viaje de 15 meses, descalzo y con el único objetivo de encontrar respuestas, desde España hasta Pakistán, un viaje que aún continúa.
En 2018, Axel Pons decidió retirarse del motociclismo tras varios años compitiendo a nivel profesional. Aunque experimentó la adrenalina de las carreras y disfrutó de la fama que las acompañaba, el vacío que sentía comenzó a hacerse cada vez más evidente. Buscando un propósito en su vida, entró en el mundo de la moda como diseñador, pero pronto se dio cuenta de que el lujo y el materialismo no llenaban el espacio vacío de su corazón.. En 2019 siente la necesidad de hacer algo más profundo y trascendental, por lo que se traslada a la India, donde inicia una búsqueda espiritual que marcará el inicio de una nueva etapa.
El cambio de vida que vivió Axel Pons en India
Fue en la India donde Pons descubrió un nuevo camino, lejos de las comodidades y el bullicio de la vida moderna. En contacto con la filosofía oriental y con la sencillez de las comunidades que encontró a lo largo de su camino, comprendió que la verdadera paz no está en la materia ni en el reconocimiento, sino en la conexión consigo mismo y con lo divino. Entonces decide emprender un viaje físico y espiritual aún más profundo: caminar descalzo, sin destino fijo, con la única misión de redescubrir su verdadera esencia. “Significa salir y descubrir quién soy y qué quiero en la vida”, reflexionó el propio Axel Pons sobre la motivación de este viaje de transformación.
A lo largo de su viaje, Pons ha sufrido un cambio físico y mental tan radical que su aspecto ya es casi irreconocible. Su cuerpo, marcado por el cansancio de caminar durante meses por territorios difíciles, muestra las huellas de su misión. Sus pies, heridos y cansados, no pueden parar de caminar. Sin embargo, el desgaste físico no fue un obstáculo para llevar a cabo su propósito, sino que fortaleció su determinación. “El ritmo lento me permite evaluar la vida como nunca antes había podido hacerlo”, comentó Pons en una entrevista reciente.
El viaje que sirvió de experiencia y aprendizaje
El viaje, que aún no tiene fecha de finalización, permitió a Axel Pons redescubrir una profunda conexión con su espiritualidad. “Caminar es nuestra forma de orar”, afirma con convicción. Para él, cada paso es una oración, cada día de viaje una reflexión. Este proceso de caminar descalzo no sólo lo acercó a su yo interior sino que también transformó su percepción del mundo. Según el propio Axel Pons, aprendió a valorar los detalles más pequeños y simples de la vida, aquellas cosas que antes pasaban desapercibidas en su vida de prisas y competición.
Este viaje fue, en definitiva, una de las experiencias más trascendentales de su vida. Desde un principio, el ex motociclista se propuso no sólo encontrar su propósito, sino también vivir una vida más plena y en armonía con su entorno. Como muchos otros, Busca la paz en medio de un mundo frenético y en este viaje de 15 meses ha encontrado respuestas que nunca imaginó. Sin duda, el viaje de Axel Pons es un testimonio de que, a veces, para encontrar lo que se busca es necesario caminar hacia lo desconocido.
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