Elegir cuánto repostar en tu depósito importa más de lo que crees
La mayoría de los conductores así lo creen. Repostar sólo una determinada cantidad o llenar el depósito es una decisión. a nivel económico. Hemos escuchado teorías toda nuestra vida. ¿Y si el coche pesara menos y consumiera menos al tener poco combustible? Lo mejor es completar por la mañana. Pero la realidad es mucho más sencilla y, al mismo tiempo, más crítica.
Hablamos con Fernando, que a sus 52 años lleva más de media vida trabajando en una gasolinera. «Vi todo. «Veo al niño con el coche nuevo que gasta 10 euros cada dos días y al vendedor que llena el depósito de diésel».
Lo que nos dice Fernando puede ayudarnos desmantelar el mito y explicarte, de forma sencilla, por qué la costumbre de repostar de forma intermitente puede ser el peor enemigo de tu motor.
La eterna duda al repostar en la gasolinera
La lógica parece abrumadora. Si tengo un acuario de 60 litros y solo pongo 20 ahorro. Además, Estoy ahorrando peso, y si el coche pesa menos, gasta menos Gasolina para desplazarse, ¿no? Ésta es la bandera de los defensores del abastecimiento seccional. Y tienen razón. Al menos, en parte.
Pero cuando decides cuánto combustible cargar, estás tomando dos decisiones clave: cuánto peso extra llevarás y, más importante aún, cuánto aire dejarás dentro del tanque.
Empecemos por el principal argumento para no llenar el depósito: el peso. Es física básica. Cuanto más peses, más combustible necesitará tu coche para moverse.
Un litro de gasolina pesa aproximadamente 0,75 kg. Un litro de diésel pesa algo más, unos 0,85 kg. Si tienes un tanque de 60 litros y lo llenas de gasolina, agregas 45 libras a tu auto. Si lo llenas de diésel, son unos 51 kilos. Y como llevar a un pasajero delgado o a un niño sentado permanentemente en el maletero.
¿Implica esto que el coche gasta más? Obviamente. ¿Cuánto tiempo más? De hecho, muy poco. Los estudios de eficiencia varían, pero ese peso extra puede suponer un aumento del consumo de sólo un 1% o un 2% en el peor de los casos. Estamos hablando de unos céntimos cada cien kilómetros.
Hay un detalle más que debes tener en cuenta. Cuando el tanque no está lleno, en realidad lo está. Este lleno de aire.
Imagina tu depósito de 60 litros con sólo 20 litros de gasolina. Tienes 40 litros de aire en su interior. Ese aire es el mismo aire de la calle, que contiene humedad, es decir, partículas de agua.
Durante el día el coche se calienta. Por la noche, especialmente en invierno o en las zonas costeras, la temperatura desciende bruscamente. Y dentro de ese tanque medio vacío pasa lo mismo que el vaso desde la ventana: condensación.
El aire húmedo del interior del depósito se enfría y la humedad se transforma en pequeñas gotas de agua que, debido a la diferencia de temperatura, se «pegan» a las paredes internas del depósito, cayendo finalmente en el combustible.
El peligro de apresurar la reserva


El segundo gran problema de Repostar de forma intermitente significa que te obliga a consumir más depósito.siempre cerca del testigo de reserva. Y esto quizás sea peor que la condensación.
Como cualquier motor eléctrico, la bomba de combustible se calienta y enfría gracias al combustible que la rodea. La gasolina o el diésel actúan como refrigerante para la bomba.
Si el tanque está casi vacío la bomba queda expuesta en el aire. No tiene líquido a su alrededor para enfriarlo. ¿Qué le pasa a un motor que se sobrecalienta? Arde. Una bomba de combustible quemada por funcionar en «seco» es una avería muy común y muy costosa.
Como si eso no fuera suficiente, apresurar la reserva conlleva otro riesgo adicional. Aunque los combustibles actuales son muy limpios, con el paso de los años, en pequeñas impurezas se acumulan en el fondo del tanque y sedimentos.
Mientras el tanque esté razonablemente lleno, las impurezas permanecen en el fondo. Pero cuando se acaba la reserva, la bomba empieza a aspirar los restos de combustible y con ellos toda la basura acumulada.
Esa porquería obstruirá el filtro de combustible. Y si el filtro está viejo o deja pasar algo, esas impurezas llegarán a los inyectores.
¿Qué es mejor para tu coche?


El supuesto ahorro de combustible al llevar menos peso es mínimo, casi insignificante. Hablemos de centavos. Por otro lado, los riesgos que supone repostar combustible en las rutas son enormes y muy caros.
La gente se queja del combustible caro», reflexiona Fernando, «pero no se dan cuenta Intentar ahorrar 5 euros al mes sin llenar el depósito le costará 1.500 euros en gastos de taller cada dos o tres años. Es pan para hoy y hambre para mañana.
Es cierto que los coches modernos han mejorado. Muchos depósitos ya no están hechos de metal (donde la condensación era más agresiva), sino de plástico compuesto. Los sistemas de filtrado también son mejores.
Sin embargo, todavía se produce condensación, aunque en menor medida. Y el problema de enfriamiento de la bomba de combustible es exactamente el mismo en un automóvil de 2024 que en uno de 1998. La bomba debe estar sumergida para evitar quemaduras.
Por tanto, la recomendación se aplica a todos los coches, independientemente de su antigüedad.
Así que la próxima vez que te detengas en la gasolinera y dudes, recuerda esta conversación. Ese «llena, por favor» es la mejor inversión en mantenimiento que puedes hacer para tu coche.
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