En Japón, la última semana de diciembre cerramos el año con prácticas de limpieza y purificación




Azumi Uchitani no sólo es una experta en la cultura japonesa sino también Miko antigua, es decir una sacerdotisa del sintoísmo, la religión ancestral japonesa. Nadie como ella lo sabe. tradiciones japonesassu origen y su simbolismo ancestral, parte del cual reunió en su último trabajo, YoshukuArte japonés para hacer realidad tus deseos.
EL rituales para despedir un año o para saludar, he aquí algunos de los más notables en el arte de perseguir nuestros sueños. Cerrar bien el año es la clave y para conseguirlo, explica Uchitani, la clave es también acabar con lo que ya no necesitamos. Transformando esta tarea en un ritual, no sólo ayuda a decir adiós al pasado pero se convierte en un medio de gracias por el regalo y crear espacio para nuevas oportunidades.
Las costumbres japonesas vinculadas al fin de año tienen el mérito de uniendo lo cotidiano con lo espiritual. Limpiar la casa, visitar un santuario, escuchar campanas budistas o compartir alimentos simbólicos son algunos de estos rituales que ayudan a iniciar un nuevo ciclo con claridad mental y armonía.
La última semana del año, tiempo de limpieza y renovación


Al despejar el espacio, la mente se vuelve más clara.
En Japón, los días previos al Año Nuevo son un momento particularmente importante. Como explica Azumi Uchitani, La última semana de diciembre está reservada para la limpieza profunda viviendas, oficinas, negocios y propiedades.
No se trata de una limpieza superficial, sino de un gesto consciente que Simboliza la purificación y preparación para recibir lo nuevo.. Este ritual es parte del espíritu de ōsōji, limpieza general anual. Con él las familias se sacuden el polvo, organizan papeles, reparan lo roto y tiran lo que ya no tiene su lugar. Es una forma de honrar el ciclo que está terminando y dejar espacio para que el siguiente entre con claridad.
Visita un santuario para completar la purificación.
Uchitani señala que además de limpiar la casa, muchas personas visitan el santuario sintoísta local el último día del año. ahí ayudan rituales de purificación dirigidos por un sacerdote, destinado a purificar la energía personal antes del Año Nuevo. Estas ceremonias refuerzan la sensación de empezar de cero.
Es un gesto muy arraigado en la cultura japonesa, el equilibrio entre la limpieza de lo material y la purificación de lo espiritual. Como se practica tradicionalmente, ambos aspectos deben lograrse al mismo tiempo para poder recibir las bendiciones del ciclo venidero.
La soba de año nuevo y su simbolismo


Durante esta época también se mantiene una costumbre culinaria llena de significado: comiendo fideos soba la noche del 31 de diciembre. La forma alargada de la soba simboliza la longevidady su textura fina y flexible se asocia con capacidad de dejar ir lo viejo.
Para la cultura japonesa, consumir soba en esta noche es una forma de dejar atrás el año que termina y prepararse para recibir el nuevo con salud y bienestar. Además, se cree que la soba ayudar a limpiar el cuerpo y facilitar ese tránsito energético tan importante en estas fechas.
12… no, 108 campanadas para despedir el año
A los españoles nos cuesta seguir las 12 campanadas de fin de año comiendo uvas, pero en Japón, En los templos budistas, las campanas suenan 108 veces. Aunque existen diversas explicaciones para este número, la más común es que representa la cantidad de deseos, emociones o sufrimientos que experimenta el ser humano en la vida.
Cuando escuchas estas campanadas Se liberan de las cargas del último año y entran al nuevo ciclo desde un estado más puro. ¿Por qué no adoptar esta intención en nuestro ritual de la uva y así ampliar su significado?
Al sonar las campanas, muchas familias acuden al santuario para realizar el hatsumōdela primera visita del año. Es un tiempo de alegría en el que agradecemos lo vivido y expresamos esperanza por las posibilidades del nuevo año.
Hatsumōde y bienvenidos al nuevo ciclo
Él hatsumōde Generalmente se celebra los tres primeros días del Año Nuevo, durante el período llamado oshogatsu. En estos días, millones de personas acuden a los santuarios para expresa tu agradecimiento y eleva tus deseos para el ciclo que comienza. Se pide salud, prosperidad, paz y buena fortuna para la familia.
Azumi Uchitani enfatiza que estas prácticas representan un camino hacia aumentar el unkienergía favorable o fortuna personal.
Un enfoque cultural que une cuerpo, hogar y mente.
Lo que caracteriza a los rituales japoneses de fin de año es su coherencia. Limpiar la casa no se considera un simple acto práctico, sino un gesto espiritual y visitar el santuario no es sólo una tradición religiosa, sino una forma de conectarse con uno mismo.
No es necesario ser japonés ni practicar el sintoísmo o el budismo para Incorpora esta profunda sabiduría a tu propia vida. Terminar el año con una buena limpieza de la casa –tu santuario– y la intención personal de dejar atrás lo que ya no te sirve en el ámbito de las emociones y pensamientos, sólo puede traerte beneficios.
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