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Era una oportunidad que me solucionaba la vida

Era una oportunidad que me solucionaba la vida
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  • Publisheddiciembre 28, 2025



angel lafita Sabe bien lo que significa cuando el fútbol te ofrece un contrato que te cambia la vida. Punta fina, símbolo de zaragoza y muy apreciado en el Deportivo, Pasó casi toda su carrera en grandes clubes europeos hasta que, en la recta final, fichó por Emiratos Árabes Unidos.

Allí aseguró su futuro económico. Desde entonces, su caso ha sido citado a menudo para explicar cómo un jugador de clase media alta, sin siquiera alcanzar salarios de megasuperestrella, entiende el valor real de “ese último gran contrato”.

«Lo que pasa es que este tipo de oportunidades sólo llegan una vez. Tómalas o déjalas. Y te voy a ser sincero, es una oportunidad que te solucionó la vida», comentó alguna vez el exjugador en una entrevista con el medio Periódico Marca.

Esta frase describe bien el momento crucial que afrontan muchos futbolistas treintañeros: saben que el tiempo profesional juega en su contra, que las lesiones ya les han pasado factura y que el mercado europeo no siempre compensa en salarios lo que les exige en presión y desgaste.

Este paso a ligas menos centradas en los deportes pero con controles más generosos -si Emiratos, Arabia Saudita, Qatar o Estados Unidos– ya no es una rareza, sino casi un capítulo lógico en la biografía de decenas de jugadores.

Un futuro seguro

el movimiento de Lafita Esto encaja con esta lógica, pero tiene matices. No se trata del supercrack que multiplica un salario ya astronómico, sino del profesional que se ha ganado bien la vida con el fútbol pero que sabe que, sin un tiro seguro en la recta final, la transición a una vida “normal” puede ser dura.

Para este perfil, unos años en un campeonato emergente pueden marcar la diferencia entre afrontar la retirada con un colchón sólido o tener que improvisar en un entorno que no siempre ofrece una segunda oportunidad. De ahí la sinceridad al admitir que la elección no era sólo deportiva, sino también patrimonial.

Su decisión ayuda a comprender un fenómeno más amplio. Cada vez son más los futbolistas que, en algún momento, priorizan la suma de estabilidad económica, menor presión mediática y nuevas experiencias de vida antes que luchar por grandes títulos. No se trata sólo de «ganar dinero»: se trata también de reconocer que las carreras son cortas, que la industria del fútbol arroja a muchos al vacío en cuanto dejan de competir.

La carrera de un extremo confiable

Formado en la carrera de Real Zaragoza, Lafita se ha consolidado como uno de los extremos más solventes de la liga a finales de la primera década de los años 2000.

el paso por ahi Deportivo de La Coruña, donde dejó su huella como actor vertical y comprometido, y vivió uno de los episodios contractuales más sonados de estos años con su regreso a zaragoza, envuelto en cláusulas, opciones de rescisión y pulseadas entre clubes que reflejaban lo mucho que se valoraba su actuación sobre el terreno de juego.

Posteriormente, su estancia en Getafe Confirmó ese perfil de futbolista de media tabla de los grandes equipos: gol, trabajo y personalidad en tiempos difíciles.

Sólo después de haber acumulado numerosas batallas en Primera División decidió abrirse la puerta a experiencias fuera de España, con este paso por Emiratos que resume el punto de inflexión económico de la última etapa de su carrera.

Tras colgar, su nombre sigue asociado al Zaragoza y al Dépor, pero también a esa franqueza a la hora de admitir que, a veces, el fútbol no es sólo una historia de amor con unos colores, sino también saber cuándo un contrato, aunque sea lejos de casa, realmente puede «solucionarte la vida».



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