Es insoportable. ¿Cómo se puede tolerar este horror?
Mientras los «profundamente consternados», «inaceptables ataques» y «necesidad de acciones inmediatas» llenan las redes y titulares, Gaza es un día más objeto de bombardeos indiscriminados por parte del Ejército israelí, que ya ha acabado con más de 54,000 vidas palestinas. Mucho se ha escrito, hablado y denunciado, pero pocas intervenciones han tenido tanta repercusión como la que Riyad Mansour, representante permanente de Palestina ante la ONU, ha hecho hoy frente al Consejo de Seguridad en la sede de la organización en Nueva York.
En una sesión destinada a tratar la situación en Oriente Próximo, el representante palestino a roto a llorar poco después de empezar su intervención. “Desde que Israel rompió el alto al fuego en marzo más de 1.300 niños palestinos han sido asesinados y unos 4.000, heridos. Son niños, ¡niños!”, ha denunciado Mansour. «Es insoportable», ha dicho mientras golpeaba la mesa con su puño derecho. Las lágrimas del representante han dado la vuelta al mundo, iniciando un nuevo episodio de denuncias y lamentaciones pero, aun así, las bombas siguen cayendo, e Israel ahoga a Gaza un poco más que ayer.
Llantos y bostezos
Tras más de 10 minutos de intervención, han sido la muerte de las niñas y niños palestinos lo que finalmente ha roto la voz de Mansour, mientras el representante israelí bostezaba. «Las imágenes de madres con sus hijos en brazos, acariciándoles el pelo, pidiéndoles perdón, son insoportables», ha dicho antes de elevar su voz y terminar de romperse. Su temblorosa mano izquierda agitaba intencionadamente los papeles que trataba de leer, donde aparecían las cifras, los muertos.
Llevándose su otra mano a la cabeza, Mansour se ha preguntado «¿cómo alguien puede soportar este horror?». “Tengo nietos, sé lo que estos niños significan para las familias, y ver la situación de los palestinos y que no tengamos el corazón de hacer algo es intolerable para cualquier ser humano”, ha dicho el representante. Incluso la traductora a castellano de la ONU se ha emocionado.
Mansour ha aprovechado su turno de palabra para denunciar que “las llamas y el hambre están devorando a los niños palestinos y por eso estamos tan indignados los 14 millones de palestinos en los territorios ocupados y en la diáspora”. “Amamos a nuestro pueblo y no queremos que tengan que pasar por esta tragedia”, ha concluido Mansour.
La Franja llora a diario
El anuncio de 22 nuevos asentamientos en Cisjordania, y las más de 100 muertes sufridas por los palestinos desde el fin de semana pasado, evidencian una vez más los planes de Israel en Palestina. Además, una nueva muerte de un periodista, elevando el número total a 221, y los episodios de desesperación por conseguir la escasa ayuda humanitaria que llega son también ejemplos de la situación que se vive en el terreno.
Las declaraciones institucionales se suceden, y la presión internacional parece crecer por momentos. Aun así, Israel nunca ha ocultado que el fin último de «garantizar su seguridad» pasa por «borrar a Gaza del mapa». El episodio vivido el pasado miércoles en el Consejo de Seguridad explicita la impotencia del observador externo, que aún y todo, es imposible de equiparar a la que se vive en el terreno.
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