Economia

Esfuerzo y valor añadido

Esfuerzo y valor añadido
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  • Publisheddiciembre 13, 2025




Sin duda, tanto desde el punto de vista individual como desde el de una sociedad, no hay mejor inversión que la que se realiza en educaciónya que mejorar la formación de los estudiantes es la base para su mayor formación, lo que nos permitirá tener mejores profesionales en el mediano plazo y, así, aumentar la prosperidad. La educación es la economía del mañana, y la primera se reflejará en la segunda, para bien o para mal.

Esta inversión en educación tiene que estar sustentada en al menos tres pilares fundamentales: una financiación importante para los buenos estudiantes sin recursos, inculcar la máxima de que no hay éxito sin esfuerzo y sacrificio, e inculcar en los estudiantes una forma de proceder basada en el honor y el respeto.

Comienzo

Pues bien, la política educativa del Gobierno de la nación no respeta ninguno de estos tres principios, ni en la parte no universitaria ni en la universitaria; Por el contrario, los destierra y los reemplaza con postulados antagónicos.

Durante casi veinte años, Los jóvenes han sido introducidos en una burbuja donde no se premia el esfuerzo y no se fomenta el espíritu de sacrificio necesario para alcanzar las metas que uno se propone.. Les han bombardeado con las ideas de que tienen derecho a todo y que se lo merecen por ser ellos mismos, y cuando se han enfrentado a la realidad, fuera de la burbuja, han visto que las cosas son muy diferentes. Se quejan de que están peor económicamente que sus padres y abuelos, pero olvidan el esfuerzo que tuvieron que hacer para conseguir todo lo que recibieron y les dieron en bandeja.

Esta cultura contraria al esfuerzo, al sacrificio, tuvo su mayor calado en la flexibilización de las exigencias educativas, donde se podía aprobar el curso en la escuela o instituto con materias reprobadas; donde se bajaron los planes de estudio; donde se promovió una educación que fuera más un juego que una disciplina de aprendizaje.

De todos los efectos nocivos de la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero durante su mandato, quizás el más grave a largo plazo sea haber convencido a una o dos generaciones de jóvenes de que no merece la pena esforzarse, trabajar y sacrificarse para conseguir sus objetivos. Dado que, Muchos jóvenes, no todos, sólo quieren tener derechos, pero no obligaciones, y ese es el camino más rápido al empobrecimiento. en particular de ellos y su pérdida de poder adquisitivo y de oportunidades de prosperar, pero también el empobrecimiento de la sociedad.

Tu peor enemigo

Además, si bien el intervencionismo ha ido generando esta falsa idea, es, a su vez, el que peor trata a los jóvenes, ya que supone que su formación no sea remunerada adecuadamente debido a políticas salariales igualitarias, que expulsan a los jóvenes mejor formados, los empobrecen con políticas habitacionales y les roban las oportunidades que tuvieron sus padres y abuelos. Por un lado, intenta quitarles el necesario hábito del esfuerzo y el sacrificio; pero por otro lado no valora su formación y valor añadido, igualando salarios y agotando sus oportunidades.

Esta situación tiene remedio, pero, para ello, Los jóvenes tienen que mirarse en el espejo de lo que hicieron sus padres y abuelos: No han tenido nada de regalo, pero poco a poco, gracias a trabajar muy, muy duro, fueron formando familias a las que cada vez podían dar un mejor nivel de vida. No nacieron con todos sus bienes formados, por norma general, sino que progresaron gracias a su esfuerzo, a su espíritu de sacrificio, a su trabajo incansable. Sus padres y abuelos no viajaban constantemente y priorizaban el ahorro sobre el consumo para poder destinarlo a otros bienes, una vivienda en muchos casos.

Por otro lado, hay que poner en valor la formación de estos jóvenes, esos jóvenes que han superado esta nueva ideología impuesta y que se esfuerzan y se forman y que son expulsados ​​del mercado porque no se les compensa adecuadamente su formación y el valor que generan, lo que finalmente les obliga a emigrar.

Hay que acabar con esa cultura que despreciaba el esfuerzo y hay que acabar con el igualitarismo que sólo conduce al empobrecimiento de la sociedad, a su regresión.. Si no se hace rápidamente, la economía seguirá languideciendo y los jóvenes serán cada vez más pobres, en una senda de deterioro que hará que la economía española pierda sus oportunidades de futuro y que condenará a toda una generación de jóvenes a una vida peor.



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