espíritu británico en cilindrada accesible
Triumph lo ha vuelto a hacer. La firma británica amplía su gama de media cilindrada con el lanzamiento de dos modelos que no dejarán indiferente a los amantes del estilo clásico con carácter moderno: la Tracker 400 y la Thruxton 400. Dos propuestas de acceso que no renuncian a nada en cuanto a diseño, tecnología, componentes y personalidad. Porque, por primera vez, Triumph da vida a una moto inspirada en el flat-track y revive al mismo tiempo uno de sus nombres más icónicos para redefinir el concepto café-racer de nueva generación.
[–>[–>[–>Triumph Tracker 400 y Thruxton 400: espíritu británico en cilindrada accesible / Triumph
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Ambas comparten la plataforma de 398 cc con motor monocilíndrico TR-Series —ahora potenciado hasta los 42 CV—, una parte ciclo de calidad, una cuidada ergonomía y una estética que conecta con la tradición sin dejar de mirar al futuro. Pero ahí terminan las similitudes: la Tracker 400 rezuma actitud off-road urbana, mientras que la Thruxton 400 apuesta todo a la deportividad y el romanticismo de las carreras en carretera abiertas.
[–> [–>[–>Tracker 400: alma de óvalo y estética de asfalto
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Inspirada directamente en las carreras de flat-track, la nueva Tracker 400 se presenta como una moto atrevida, desafiante y con ganas de marcar estilo allá donde ruede. Su diseño es inequívoco: porta-dorsales con el número 400, colín con tapa pintada, cúpula y un depósito de formas cuadradas con espacio esculpido para las rodillas. Las llantas de nuevo diseño, los neumáticos Pirelli MT60 RS de corte mixto y la pintura con detalles que simulan salpicaduras de barro refuerzan su carácter competitivo. Los esquemas de color —Racing Yellow, Phantom Black o Aluminium Silver— no hacen más que subrayar una imagen poderosa y perfectamente ejecutada.
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Triunfo Tracker 400 / Triumph
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La ergonomía, como era de esperar, ha sido revisada respecto a su hermana Speed 400. El manillar más ancho y bajo, junto a las estriberas más elevadas y retrasadas, proporcionan una posición dominante y segura, perfecta para una conducción agresiva. La suspensión delantera corre a cargo de una horquilla invertida de 43 mm con 140 mm de recorrido, y detrás encontramos un monoamortiguador de gas ajustable en precarga con 130 mm de recorrido. El resultado: una conducción conectada, precisa y adictiva.
[–>[–>[–>Thruxton 400: el regreso del mito
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Si la Tracker es músculo y tierra, la Thruxton 400 es clase, precisión y espíritu de las carreras de los años 60 reinterpretado. Su estética es un homenaje directo a la herencia Triumph: faro redondo LED, retrovisores en los extremos del manillar, depósito estilizado, tapa de colín tipo bala y unos colores que quitan el hipo. Cuatro combinaciones, entre ellas el vibrante Carnival Red o el refinado Pearl Metallic White con detalles en Storm Grey, la convierten en una de las motos más bonitas de su segmento.
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Triumph Thruxton 400 / Triumph
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La ergonomía también cambia radicalmente frente a la Tracker. Aquí encontramos semi-manillares, un frontal rebajado y unas estriberas retrasadas que obligan al conductor a adoptar una postura claramente deportiva. El chasis específico y la suspensión optimizada —con la misma configuración de 43 mm delante y monoamortiguador detrás— permiten una experiencia de conducción ágil, intensa y muy comunicativa. Los neumáticos Pirelli Diablo Rosso IV ponen el toque final a un conjunto que busca emociones fuertes en cada curva.
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[–>Un motor con más alma y más vueltas
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Bajo ambas estéticas se esconde el mismo corazón: el TR-Series de 398 cc, monocilíndrico, de cuatro válvulas y refrigerado por líquido. Ahora ofrece 42 CV a 9.000 rpm y 37,5 Nm a 7.500 rpm, con un 5% más de potencia que sus predecesoras gracias a una nueva configuración del árbol de levas y una gestión electrónica revisada. La respuesta del acelerador es directa, progresiva y vibrante, especialmente en la Tracker, con un carácter más enérgico a altas vueltas.
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Triunfo Tracker 400 / Triumph
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Además, la entrega de par lineal y aprovechable desde bajo régimen (el 80% del par disponible desde las 3.000 rpm) garantiza una conducción intuitiva tanto en ciudad como en carretera. La caja de cambios de seis velocidades y el acelerador electrónico completan un propulsor que destaca tanto por rendimiento como por sensaciones.
[–>[–>[–>Tecnología clásica, acabados premium
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Ambas motos combinan tecnología útil sin caer en el exceso: control de tracción desconectable, embrague asistido y antirrebote, ABS de doble canal y un cuadro de instrumentos con velocímetro analógico y pantalla digital. También cuentan con puerto USB-C y elementos de diseño como las aletas de refrigeración mecanizadas, los detalles pulidos o las tapas de motor con recubrimiento en polvo negro. La atención al detalle es marca de la casa.
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Y como colofón, Triumph ofrece una garantía de fábrica de cuatro años sin límite de kilometraje y unos intervalos de mantenimiento cada 16.000 km o 12 meses. Además, hay disponible una gama completa de Accesorios Originales que incluyen intermitentes de LED, defensas, espejos tipo bar-end o un asiento acolchado exclusivo para la Thruxton.
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Triunfo Tracker 400 / Triumph
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Precios y disponibilidad
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Las nuevas Triumph Tracker 400 y Thruxton 400 estarán disponibles en la red de concesionarios oficiales a partir de marzo de 2026 (Thruxton) y abril de 2026 (Tracker). El precio de partida es de 6.245 euros para la Tracker 400 y 6.495 euros para la Thruxton 400. Un coste más que competitivo teniendo en cuenta su nivel de componentes, su diseño y el sello de una marca como Triumph.
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Con estas dos incorporaciones, Triumph no solo refuerza su gama de acceso, sino que redefine cómo debe ser una moto de 400cc: con identidad, tecnología útil, estilo cuidado al milímetro y unas prestaciones que invitan a conducir con una sonrisa. La Tracker 400 y la Thruxton 400 no son simples “primeras motos”; son la puerta de entrada al universo Triumph. Y eso, para muchos, es empezar por todo lo alto.
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