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Estoy dolido, pero con una sensación de tranquilidad y de haber hecho los deberes

Estoy dolido, pero con una sensación de tranquilidad y de haber hecho los deberes
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  • Publisheddiciembre 24, 2025



Una semana después del anuncio que sacudió al tenis mundial con la separación de Carlos Alcaraz Y Juan Carlos FerreroEl ex tenista valenciano ha roto su silencio.

El ex entrenador de Alcaraz lo admitió en una entrevista concedida a MARCA que está pasando por un momento de dolor, pero también de paz interior. «Estoy dolido. Estas relaciones son complicadas de dejar de la noche a la mañana», admitió Ferrero, que durante más de siete años había construido con el murciano uno de los proyectos más exitosos del deporte español.

La separación había sido tan repentina como inesperada. Todo indicaba que continuarían juntos. Incluso después de completar el Finales ATP en Turínambas partes tenían la intención de continuar. Sin embargo, la negociación del nuevo contrato reveló diferencias irreconciliables.

«Hubo algunos temas en los que las dos partes no estábamos de acuerdo. Quizás se podrían haber salvado si nos hubiéramos sentado a hablar, pero al final no nos sentamos y decidimos no seguir», explicó Ferrero, que prefirió no entrar en detalles sobre los puntos conflictivos.

El técnico negó rotundamente que el dinero fuera el motivo de la ruptura, una de las especulaciones que más circularon en aquel momento. «Se podía comentar la cuestión económica. Y demostré muy joven que no era lo más importante para mí», afirmó con firmeza.

Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz, durante el último Roland Garros.

Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz, durante el último Roland Garros.

También rechazó cualquier rivalidad entre su academia de Villena y el proyecto que estaba desarrollando Alcaraz. «Nunca lo vimos como si fuéramos rivales. No acepto que priorizara su llegada a Villena y que tuviera que adaptarse a mí. No es así», afirmó.

Lo que Ferrero reconoció fue el desgaste natural que resultaba de compartir tanto tiempo juntos en el circuito. Precisamente por eso habían incorporado Samuel López el año anterior. «Una de las razones por las que trajimos a Samuel fue para que esta relación no se erosionara. Usar nuevas palabras, formas de decir las cosas con el mismo objetivo pero de otra manera», recordó.

Ahora, López tomaría las riendas del proyecto como primer entrenador, decisión que Ferrero había facilitado: «Quizá hubiera sido un poco egoísta por mi parte pedirle que no se quedara».

Un hermoso legado

Los resultados de estos siete años han sido abrumadores: cuatro torneos de Grand Slam, número uno del mundo, dos títulos olímpicos. Pero más allá de los trofeos, Ferrero se quedó con los primeros años, cuando Alcaraz tenía entre 15 y 18 años.

«Fue una época muy hermosa donde compartimos muchos momentos juntos. Siempre íbamos juntos a todas partes. Muchas veces le decía que extrañaba esa época de retadores, de pequeños torneos en los que realmente veíamos crecer ese deseo», recuerda con nostalgia.

Esta etapa formativa fue crucial. Ferrero llegó a Alcaraz tras entrenar Alejandro Zverevincluso con ofertas de los otros 10 primeros sobre la mesa. Pero optó por el talento de El Palmar. “Tenía muy claro que necesitaba esta etapa de mi vida en la que intentaba estar con alguien que fuera todo oídos y todo ojos para aprender”, confesó.

Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz posan con el trofeo de Roland Garros.

Juan Carlos Ferrero y Carlos Alcaraz posan con el trofeo de Roland Garros.

EFE

Y no se equivocó: «Tuve la suerte de encontrar a alguien que fuera capaz de aprender a ese ritmo, a la velocidad de la luz, todo lo que intentábamos enseñarle».

Ahora Ferrero necesitaba tiempo para digerir la ruptura. Ya había rechazado varias ofertas para volver al circuito. “Es imposible para mí captar a alguien más en este momento porque mis pensamientos siempre están ahí”, admitió.

Cuando se le preguntó sobre Jannik pecadorcuyo estilo se corresponde más con su filosofía, fue directo: «Todos los días sigo pensando en Carlos y no es momento de pensar en los demás».

Tampoco cerró la puerta a una futura reconciliación. «Con la relación que tenemos, cerrar la puerta ciertamente no tendría sentido. No estar de acuerdo en ciertas cosas no significa que no sigamos siendo amigos», reflexionó.

Y añadió unas declaraciones que resumían su respeto por el murciano: «Creo que tiene posibilidades de ser el mejor tenista de la historia. Y, aunque yo no esté, tiene gente a su alrededor que le puede preparar muy bien».

La primera gran prueba vendría Abierto de Australiaun torneo que se les había escapado durante los últimos dos años. Ferrero sabía que verlo competir sería difícil. «Va a ser duro no verlo. Espero encontrar el coraje para seguir viéndolo y ser un fan más», confesó.

Mientras procesaba el dolor, Ferrero se aferró a una certeza: lo había dado todo. «Puse todo mi corazón en este proyecto. Invertí mucho tiempo, muchas ganas, mucho trabajo», declaró. Y concluyó con la sensación de quien ha hecho su trabajo: «Me quedo con una sensación de tranquilidad, de haber hecho los deberes».



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