Estados Unidos abandonó esta arma, pero ahora Japón está probándola con éxito: puede ser decisiva
Japón se ha colocado a la vanguardia de la carrera por el armamento del futuro con un progreso de enorme tamaño. La Agencia de Adquisición, Tecnología y Logística (ATLA) del país asiático ha confirmado el éxito de la primera prueba mundial de un cañón de ferrocarril electromagnético disparado desde un barco contra un objetivo naval real, un arma que utiliza Fuerza electromagnética en lugar de pólvora Para lanzar proyectiles a velocidades extremas.
Este hito tecnológico, que redefine las capacidades navales, se llevó a cabo a bordo del barco experimental JS Asuka durante una serie de maniobras desarrolladas entre junio y principios de julio. La culminación de estas pruebas implica la validación de un concepto que hasta ahora había presentado enormes desafíos técnicos: El disparo exitoso en condiciones marítimasAbriendo la puerta a una nueva era en la Guerra Naval.
Por otro lado, el éxito japonés contrasta frontalmente con el camino seguido por los Estados Unidos, que a principios de 2020 decidió abandonar su propio programa Riel Cannon. El poder estadounidense se topó con obstáculos tecnológicos que se consideraron insuperables Después de una década de investigación Y una inversión multimillonario, mientras que Japón ha seguido apostando en un proyecto que ahora vale la pena, según lo informado por el portal especializado de la zona de guerra. Mientras tanto, la Armada de los Estados Unidos continúa modernizando su flota por caminos más tradicionales, y recientemente ha incorporado un nuevo destructor con el nombre de un gran héroe de guerra, manteniendo su poder convencional.
Un escudo defensivo de nueva generación
En este sentido, el potencial de esta nueva arma es extraordinario. En pruebas anteriores, el prototipo japonés ya había demostrado su capacidad para lanzar proyectiles a velocidades de Mach 6.5, que es equivalente a aproximadamente 2,230 metros por segundo. Con este poder, el objetivo estratégico de Tokio es usar estos cañones para crear Una capacidad defensiva revolucionariaespecialmente diseñado para interceptar la creciente amenaza de misiles hipersónicos. Este escudo antimisil se vuelve crucial en un escenario en el que poderes como Rusia desarrollan su propia superación que busca asustar a Occidente y se describe como prácticamente imparable.
Del mismo modo, las autoridades japonesas no contemplan esta tecnología como un mero experimento, sino como un componente central de su futura fuerza naval. Los planes son ambiciosos y prever el Integración en su flota de combate en el mediano plazo. Se espera que los futuros destructores del tipo 13DDX incorporen estos sistemas en serie, y su instalación en los destructores de la clase maya que ya está en servicio no se descarta.
Además, el desarrollo japonés es parte de una carrera armamentista global en la que otras naciones, como China o Türkiye, también han experimentado con tecnología similar. Consciente de la complejidad del proyecto, Japón colabora estrechamente con Francia para Acelerar el desarrollo articular de esta tecnología, que busca consolidar su ventaja en un escenario geopolítico cada vez más incierto y competitivo.
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