este es su novedoso proyecto relacionado con el queso asturiano
Las nuevas tecnologías deben marcar una diferencia también en los pueblos más pequeños y aislados, donde la vida sigue el ritmo de lo tradicional, pero aspirando igualmente a modernizarse. Con este convecimiento, una empresa del Parque Tecnológico de Llanera ha puesto en marcha una propuesta novedosa para la recogida selectiva y circular de los sueros lácteos de las queserías de la zona de Cabrales. Se llama Agrolinera, ha sido fundada por los salenses Verónica Menéndez y Juan Gutiérrez y este lunes iniciará su actividad de forma oficial en Tielve, donde han instalado su primer contenedor para la gestión de este tipo de residuos.
«No ha sido fácil, porque llevar la tecnología a zonas remotas lleva su tiempo», indican, tras un proceso de trabajo para conectarse a través de satélite. Pero finalmente, su ingenio para que los queseros de la zona puedan depositar el suero resultante de la elaboración ya está listo para su puesta en marcha. «Hemos estado trabajando para comprobar que funciona, y que sea fácil de manejar por los usuarios. Ellos por su parte están encantados, siempre ha sido muy receptivos», señalan. De hecho, la expectación por este nuevo recurso es tan grande entre los queseros que ya han recibido llamadas de artesanos de otras zonas interesados en esta solución. “Tenemos lista de espera”, aseguran.
¿En qué consiste? Básicamente, se trata de un contenedor con un sistema de mangueras en el que se puede depositar el suero lácteo. Tiene una capacidad de 14.000 litros para una recogida cada cinco días, pero la idea es que se pueda adaptar para recogidas diarias, de manera que siempre esté operativo para los queseros. Además, está dotado con sensores que permiten monitorizaren cada momento el estado del contenedor y su utilización.
Antes el suero «se echaba a los cerdos en las explotaciones familiares, o se daba a beber a los terneros pequeños, pero cada vez quedan menos», señalan los fundadores de la empresa. De manera que lo que ellos plantean es dar una segunda vida al suero, y para ello se transportará hasta la planta de biometano de Cogersa, donde se transformará en energía. En un futuro, confían en que se pueda revalorizar este residuo a través de otras vías, como por ejemplo su transformación en piensos para alimentar al ganado, y ya están trabajando en ello.
De forma paralela, tienen en marcha un proyecto piloto en una láctea de Galicia a través de una empresa gestora de residuos para recoger los purines de la explotación, al igual que sucede con los sueros, para “controlar el proceso en origen” y acercar las soluciones que brinda la tecnología y que hace poco eran “impensables” a entornos a los que hasta ahora no se habían aplicado.
Con todo ello, se han hecho merecedores de numerosos premios y distinciones nacionales en un mundo controlado por Internet y sensores que busca “un cambio en el proceso a nivel comunitario”. Y que se traducirá para los queseros de Cabrales en una gestión mucho más cómoda de sus residuos y, por ende, en una facilidad añadida para apostar por el campo y la vida arraigada a la tierra.
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