Fitch mantiene la calificación de España pero advierte del peligro de la abultada deuda pública

La Agencia de Calificación de Riesgo Fitch ha mantenido la nota de España en ‘A-‘ (equivalente a un mínimo notable), con una perspectiva positiva, y cree que el dinamismo del mercado laboral, el bajo endeudamiento del sector privado y una mayor competitividad externa puede mitigar el aumento de las tarifas globales. Fitch alerta en su último informe sobre la deuda pública de España, que aún es muy alta, pero enfatiza que sus perspectivas de crecimiento económico son mejores que las de otros países europeos debido a sus fundamentos macroeconómicos positivos.
La agencia de calificación menciona específicamente el dinamismo del mercado laboral, el bajo endeudamiento del sector privado y una mayor competitividad externa.
Fitch considera que estos factores pueden mitigar «algunos de los impactos del aumento de los aranceles globales» y reducir la «volatilidad macroeconómica a largo plazo». Según sus pronósticos, la economía española crecerá un 2,5% en 2025 y 1.9%, en 2026, gracias a la fortaleza de la demanda interna, respaldada por la solidez de los saldos de los hogares y las empresas y el mayor consumo público derivado del plan de recuperación y resiliencia.
La agencia de calificación cree que la flexibilidad previsible de la política monetaria en Europa ayudará a estimular la inversión de las empresas, aunque deben enfrentar una mayor volatilidad del mercado. Fitch enfatiza que, en este momento, existe «gran incertidumbre» sobre la evolución del comercio global después de las tarifas impuestas por los Estados Unidos.
En este punto, reconoce que el régimen arancelario actual del 10%, que estará vigente durante noventa días, «es menos punitivo» de lo que había planeado como una supuesta base, pero advierte que «la posibilidad de un aumento en las tarifas recíprocas y los aranceles adicionales específicos continúan representando un riesgo». En su opinión, la exposición comercial directa de España con los EE. UU. Es «limitada», ya que las ventas a ese país representan menos del 5% de las exportaciones totales (1.1% del PIB), que «podría proteger la economía real del impacto de un aumento en las tarifas estadounidenses».
Sin embargo, la agencia de calificación advierte que «los efectos indirectos de una guerra comercial global son inciertos» porque «el 40% de las exportaciones totales de bienes en España están compuestas por productos, equipos y productos de automóviles semi-fabricados y sus componentes, lo que podría verse afectado por la dinámica del comercio global». En su análisis de la economía española, Fitch considera, como supuesta base, un aumento «muy gradual» en el gasto de defensa para lograr el objetivo del 2% del PIB. El 8 de noviembre, Fitch mantuvo la nota de España en ‘A-‘, pero elevó su establo a una perspectiva positiva, según Efe.
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