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grilletes en pies, manos y cintura para volver deportados a Guatemala

grilletes en pies, manos y cintura para volver deportados a Guatemala
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  • Publishednoviembre 10, 2025



Después de recibir una llamada de estados unidos en el que les han advertido que quizás su hijo, su marido o su hermano lleguen en algún vuelo, las familias se han dirigido al aeropuerto militar de Guatemala.

Mientras una mujer emocionada destaca que está «esperando» a su hijo, un hombre explica que, aunque le dijeron que el vuelo llegaría «a las nueve de la mañana», no sabe «si lo cancelaron». Ya han cancelado uno de ellos, por lo que sólo llegarán dos de madrugada. Todo esto indica que Algunas de las personas que esperan volverán a casa con las manos vacías.

El equipo de voluntarios ya se está preparando para su llegada. Ellos han estado en esa misma situación y quieren que su regreso sea lo menos traumático posible. Les traen «agua pura, pan…», explica un voluntario de la asociación.

La música avisa que el avión, el primero en llegar con deportados, está aterrizando. Viene directamente desde Estados Unidos al aeropuerto militar de Guatemala. Algunos de los pasajeros pisan suelo guatemalteco después de 30 años de estancia y una vida hecha en los Estados Unidos. Son recibidos como héroes. es dificil volver sin nada y no quieren que pierdan la esperanza.

Varios de ellos cuentan a laSexta que hicieron el viaje esposados con grilletes en pies, manos y cintura y detallan que sólo diez minutos antes de aterrizar los despegaron. “Sabes exactamente la fecha que vas a venir, depende del Estado en el que te pillen, entonces vienes saltando de Estado en Estado”, explica uno de los deportados.

Mientras algunos devoran los bocadillos, los que no han podido contactar antes aprovechan para decirle a sus familias. La asociación permite llamadas locales, abre un expediente para cada deportado y les orienta para rehacer sus vidas nuevamente.

Bebe vive en Long Island, Nueva York desde hace 16 años, toda su familia está allí, su madre es ciudadana americana. Dirigía un negocio de mecánica con siete empleados, pero ninguno tenía papeles. Como muchos, Esta no es la primera vez que lo deportan..

«En 2012 me deportaron, estuve aquí dos o tres días y volví, en 2014 me volvieron a deportar y volví y ahora me han vuelto a coger», recuerda. Le pagó a un ‘coyote’ y gastó 21.000 dólares, pero, dice, ya está cansado.

Ha decidido probar suerte pero, esta vez, en su país: «Tengo tres hijos allí, dos niñas, un niño, toda mi familia está en Nueva York. Si lo hice en Estados Unidos, también puedo hacerlo en mi país». Después de todo, la vida les ha enseñado que No son parte del sueño americano..



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