hace oídos sordos a los ruegos de sus socios y pone la vista «más allá» de 2027
Pedro Sánchez no prevé acabar su Gobierno ni en 2026, ni en 2027, ni en 2028. Él plan del presidente del Gobierno va más allá de esta legislatura y pone la mira en una nueva reelección que culminará en la próxima década, en un 2031 lo que no podría estar más lejos del escenario actual que vive la política española. El optimismo de Sánchez choca con la crisis que vive su Ejecutivo, inmerso en un torrente de información sobre corrupción y denuncias de acoso sexual que han golpeado los dos principales salvavidas de la era Sánchez: la defensa del feminismo y la limpieza de las instituciones.
En la copa de Navidad celebrada este lunes en el Palacio de La Moncloa, Sánchez se mostró con «energía» para seguir y dejó una premisa clara: «quiero terminar esta decada«.»estoy en gran forma«, confesó Sánchez, quien defiende que su Gobierno ha demostrado, dice, una eficacia a prueba de bombas ante los problemas.
Sánchez, que bromea con la aparición de canas en el pelo, habla de eso «madurez«lo que le permite, como él dice, «ver las cosas con perspectiva», admitiendo sentir»dolor» y «decepción«con las informaciones que van apareciendo que afectan a la formación socialista y a personas que han sido de máxima confianza, como José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Respecto a los casos de acoso sexual, Sánchez advierte que se puede cometer un error, «pero no dos».
Para el líder del Ejecutivo, «sólo» se le puede reprochar haber actuado «tarde» en estos casos, algo que admite y habla de un «momento difícil» para su Gobierno, algo que relaciona con las palabras de Sumar, que le pide acometer una reforma profunda en su Gobierno. Sánchez descarta este escenario y pide mirar a la segunda mitad de la legislatura, hablando de cambios puntuales por el calendario electoral en las comunidades autónomas. Uno de esos cambios será el que se tenga que llevar a cabo con motivo de la marcha de Pilar Alegría, anunciando que su reemplazo será «una mujer»sin entrar en más detalles.
Sánchez hablará con los socios de Gobierno
Consciente del momento que atraviesa España y el mundo con la irrupción de fuerzas políticas de extrema derecha y poniendo como ejemplo a Chile, Sánchez ve a España como un «contrapunto de políticas progresistas«, algo que ve como una «responsabilidad» para seguir adelante.
Estas palabras de Sánchez llegan en un momento en el que todos sus socios han cuestionado la respuesta del Gobierno a estos escándalos. El presidente del Gobierno ya ha anunciado que se reunirá con el líder de ERC, Oriol Junquerastras Navidad en el Palacio de la Moncloa, aclarando además que mantiene una relación fluida con el PNV. Los que más dudan han sido sus socios directos de coalición, Sumar, que ven a la legislatura yendo «al barranco».
«Hablaré con los grupos, no tengo problemas.«, ha comentado Sánchez. Estas son las disposiciones y planteamientos de un presidente del Gobierno en su momento más complicado desde que está en Moncloa y que espera volver de las vacaciones de Navidad con un aire algo más afable que el que dejaba antes de beber las uvas.
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