HAMBRE GAZA | Esperanza Santos, MSF: «Los niños malnutridos tienen los ojos hundidos y la mirada perdida, les cuesta sonreír»
¿Cómo es la hambruna en Gaza? ¿Por qué se ceba especialmente con los niños? Las respuestas las tiene Esperanza Santos (Madrid, 1979), coordinadora de emergencias de Médicos Sin Fronteras en Gaza. Esta enfermera ha trabajado en otras crisis nutricionales en Níger y Yemen, y en emergencias relacionadas con conflictos en países como Congo, Sudán del Sur, Siria y República Centroafricana.
Habla con EL PERIÓDICO desde la ciudad de Jan Yunis sobre la desnutrición que sufren los gazatíes tras meses de cerco israelí sobre la Franja. Tiene información de primera mano gracias a las casi 1.000 personas que trabajan en la organización sanitaria, entre locales e internacionales. La comida comienza a entrar, con cuentagotas, pero es necesaria la llegada masiva y sostenida de los llamados alimentos terapéuticos para paliar el sufrimiento, especialmente de los niños.
Esperanza Santos, coordinadora de médicos sin fronteras España en Gaza / Igor Barbero/MSF
Naciones Unidas declaró la semana pasada la situación de hambruna en Gaza. Es la cuarta vez que ocurre en este siglo, y la primera provocada por un país aliado de Occidente como Israel. Para finales de septiembre, más de 640.000 personas se enfrentarán a niveles catastróficos de inseguridad alimentaria, clasificados como Fase 5 del índice CIF, advierte la ONU.
¿Cómo es una hambruna sobre el terreno?
Hemos visto cómo los mercados se vaciaban, la gente iba acabando sus reservas de alimentos y no había ni productos básicos. Eso ha provocado un incremento de casos de malnutrición en niños menores de cinco años, que suele ser la población más vulnerable, pero también en niños de cinco o más. Hemos ido viendo cómo nuestro propio personal iba perdiendo peso. Les ves la cara de hambre y necesidad.
¿Qué síntomas tienen los niños que acuden a vosotros por malnutrición?
Tienen un porcentaje de peso-talla muy bajo, están muy delgaditos, con los brazos muy finos al medirles la circunferencia. Se les notan los ojos hundidos y la mirada perdida. Son menos reactivos y les cuesta sonreír. Su sistema inmune está debilitado, y eso los hace más propensos a cualquier infección. Se eleva su mortalidad porque sus defensas no pueden combatir enfermedades.
Israel ha negado que las imágenes de niños esqueléticos en las portadas de medios occidentales como el ‘New York Times’ sean causadas por el hambre. En base a algunos casos dicen que en realidad son niños con enfermedades previas…
Es la pescadilla que se muerde la cola. Un niño con una enfermedad preexistente y malnutrido verá agravada su condición.
¿En qué se basa la ONU para declarar una hambruna?
Declaran la hambruna cuando se cumplen ciertos criterios del llamado índice IPC: un porcentaje de niños desnutridos mayor al 15%, un determinado número de familias que no tienen capacidad de hacer una comida completa al día. Nosotros aquí hemos visto también, por ejemplo, el aumento de la malnutrición en mujeres embarazadas.
MSF denunciaba días atrás que también se usa el agua como arma de guerra. ¿Nota la falta de agua?
Sí, sí. Gaza depende mucho de las plantas desalinizadoras, que necesitan electricidad. Israel bloquea la entrada de combustible. Los bombardeos han destrozado la infraestructura e Israel no permite la entrada de piezas de reparación. Los acuíferos estaban en la parte este, ahora considerada zona militar.
El hambre, ¿duele?
El estómago duele cuando está vacío y se producen calambres musculares.
¿Cómo se cura la malnutrición?
No se les puede dar alimentos normales, sino unos productos llamados alimentos terapéuticos, una mezcla de nutrientes ajustada que se tiene que tomar de una determinada forma. Cuando un niño o una persona ha dejado de comer durante mucho tiempo hay que acostumbrar al cuerpo a digerir nutrientes de nuevo. Si no, se producen diarreas y complicaciones. Es como un tratamiento médico.
¿Está entrando comida terapéutica?
Está entrando por goteo. Ahora mismo podemos mantener nuestros programas nutricionales, pero no sabemos durante cuánto tiempo. Ese es el problema: la incertidumbre. Hay que tomar decisiones. Queremos ampliar nuestros programas de nutrición a niños mayores de cinco años, pero dudamos porque ¿y si dentro de un mes vuelven a cerrar y no tenemos productos terapéuticos para los menores? Durante meses hemos tenido medicamentos al otro lado de la frontera y no los dejaban entrar.
La desnutrición provoca daños a medio y largo plazo neurológicos, especialmente en niños. ¿Qué margen de tiempo hay para que entren de forma masiva estos alimentos terapéuticos y evitar así que haya toda una generación de niños con daños irreversibles?
Tienen que entrar ya, tendrían que haber entrado hace unos meses. Si haces el tratamiento durante unas semanas, el niño mejora, pero si luego vuelve a estar malnutrido, volvemos al principio. Hace falta comida de manera sostenida para que esta población se recupere.
Israel niega la hambruna. Ha enviado a los periodistas internacionales unos vídeos en los que se ven mercados de comida en Gaza repletos. Hablan de la «escena culinaria» en la Franja: muestran pizzas, verduras, helados… ¿Usted ve esos mercados repletos de comida?
No, no es así. Gracias a Dios han empezado a entrar camiones comerciales y de ayuda humanitaria y más productos que cuando llegué hace tres semanas, pero en cantidades insuficientes. No hay proteína animal. Un huevo cuesta cinco dólares. El acceso a esos productos en el mercado para la gran mayoría de la población es imposible.
¿Cómo está la situación hospitalaria en general en la Franja?
Los ataques deliberados contra hospitales y estructuras sanitarias han dejado pocos hospitales funcionales. Este lunes sufrimos un bombardeo en el hospital Nasser con más de 20 muertos, y otros que están muy graves. Los servicios básicos están colapsados por el número de pacientes, porque hay muchos ataques intencionados contra la población civil. Restringen el acceso a medicamentos, por ejemplo los que consideran de «doble uso» [civil y militar]como desinfectantes para esterilizar los productos de la sala de operaciones.
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