Italia desmantela una red de presuntos supremacistas blancos que difundía propaganda fascista en redes sociales
La policía militar italiana (Carabinieros), coordenada por la Fiscalía de Brescia y en colaboración con la Dirección de Antiterrorismo de Italia, ha detenido este jueves a un joven de 21 años, un presunto supremacista blanco, por haber promovido propaganda nazi e instigado odio racista y religioso. En paralelo, las autoridades también han puesto bajo investigación por los mismos delitos a otras 29 personas de entre 18 y 25 años y residentes en Italia.
Todos ellos serían los presuntos responsables de una red de extrema derecha que, a través de TikTok y Telegram, compartía contenidos que exaltaban la superioridad racial, negaba el Holocausto y hacía apología del fascismo y del nazismo, algo que está prohibido en Italia.
La investigación, iniciada en 2023, ha permitido identificar asímismo diversos canales de Telegram —con nombres como «White Lives Matter» y «Espíritu Fascista»—, en los cuales se difundían «mensajes supremacistas, xenófobos, antisemitas, homófonos y violentos», según ha indicado la policía.
Mensajes delirantes
Durante el operativo se realizaron 26 registros domiciliarios en diversas ciudades del país, en los que se incautaron pancartas, folletos y materiales con simbología nazi, así como mensajes altamente ofensivos y delirantes, entre ellos afirmaciones como «la mezcla de razas es el genocidio de los blancos». También se encontraron esquemas ideológicos que señalaban a colectivos como inmigrantes, judíos y personas LGTBIQ+ como enemigos.
Las investigaciones se basan en el artículo 604 bis del Código Penal, que sanciona los delitos de incitación al odio y la violencia por motivos de raza, etnia, nacionalidad o religión, así como en el artículo 4 de la Ley 645 de 1952 (conocida como Ley Scelba), que prohíbe la reconstitución del partido fascista y penaliza cualquier forma de apología del fascismo.
Historia de Italia
Esta legislación tiene raíces profundas en la historia italiana de la posguerra, cuando el país adoptó una Constitución antifascista tras el colapso del régimen de Benito Mussolini y la participación del país en la Segunda Guerra Mundial como parte del Eje nazi. En ese marco, cualquier intento de revivir ideologías fascistas o nazis se considera no solo una amenaza legal, sino también un grave atentado contra los valores democráticos de la República.
En los últimos años, la policía italiana ha expresado preocupación por el creciente uso de plataformas digitales por parte de grupos extremistas para captar a jóvenes y difundir ideologías radicales. En este caso, los canales analizados mostraban una clara intención de adoctrinamiento y radicalización, e incluso contenían llamamientos explícitos a cometer actos violentos a cambio de dinero, como incendiar tiendas de inmigrantes o provocar enfrentamientos físicos con personas negras, según la policía.
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