JD Vance es abucheado en un concierto del Kennedy Center de Washington

Los efectos de la mala baba política y las medidas polémicas en torno a los centros de poder se empezaron a notar con claridad la noche del jueves en Washington. El vicepresidente de EEUU, JD Vance sintió la presión popular en forma de abucheo y reprimenda virtual, aunque a salvo desde un palco, con la protección de las alturas. Asistía junto a su mujer Usha Vance a un concierto en el Centro John F. Kennedy de Artes Escénicas de Washington cuando al ocupar su asiento fuertes abucheos se desataron desde el auditorio. Fueron según las crónicas de la prensa estadounidense largos 30 segundos, una muestra y entremés de lo que vendrá en el futuro. Vance ya puede imaginar que si las muestras de descontento improvisadas llegan de un foro elitista como el Centro John F. Kennedy deberá ser cuidadoso en futuras apariciones públicas en otros ámbitos.
El incidente ha sido interpretado como reacción a la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, el mes pasado de purgar la junta del Centro Kennedy, antaño bipartidista, de sus miembros nombrados por Joe Biden, un verdadero golpe contra el ‘establishment’ cultural de la capital de EEUU.
Vance tuvo que asimilar la bronca y repensar su situación al ritmo del Concierto para violín n.º 2 de Shostakovich, con Leonidas Kavakos como solista que se inició con 20 minutos de retraso. Tras un intermedio, la orquesta interpretó “Petrushka” de Stravinsky. No hubo más abucheos, pero se intuye que no por falta de ganas del respetable.
Vance fue nombrado recientemente por Trump como miembro del consejo del Centro Kennedy, junto con otros aliados de Trump como Susie Wiles, jefa de personal de la Casa Blanca, y Laura Ingraham, presentadora de Fox News.
Richard Grenell, a quien Trump nombró nuevo presidente del centro, publicó en las redes sociales el viernes por la mañana que el video en el que se abucheaba a Vance “debería ser un desafío para todos comprometernos a hacer del Centro Kennedy un lugar donde todo el mundo sea bienvenido”. “Me preocupa ver que tantos de los asistentes parecen ser blancos e intolerantes con las opiniones políticas diversas”, escribió. “La diversidad es nuestra fuerza. Debemos hacerlo mejor. Debemos dar la bienvenida a TODOS. No vamos a permitir que el Centro Kennedy sea un lugar intolerante”.
En febrero, el presidente Trump destituyó al financiero David M. Rubenstein, el mayor donante del centro. Su nueva junta de leales lo eligió presidente y despidió a Deborah F. Rutter, presidenta del centro durante más de una década. También fueron despedidos al menos otros tres altos cargos. Algunos artistas, como la actriz Issa Rae y la músico Rhiannon Giddens, han abandonado el centro en señal de protesta por temor a que los llamamientos de Trump para librar al centro de las influencias ‘woke’, los espectáculos de drags y la “propaganda antiestadounidense” dieran lugar a un rediseño de la programación. El musical “Hamilton” descartó recientemente una gira que tenía prevista allí para el año próximo. Algunas fuentes apuntan a que en la nueva programación se ha previsto una enorme celebración del nacimiento de Cristo en Navidad.
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