John Müller: Operación Retorno

El 31 de enero, Salvador Illa entregó una conferencia en el Paraninfo de la Escuela Industrial de Barcelona, donde presentó su plan para Cataluña para volver a ser el motor económico de España y «un actor sobresaliente en la economía europea». El proyecto, … ‘Catalonia Leadra’ bautizada incluye 200 acciones con una inversión de 18.5 mil millones de euros, «el más importante en la comunidad desde 2010», dijo Generalitat.
Ese es el plan formal, que incluye no algunas cosas que el estado otorga: un modelo de financiamiento singular, la condonación de gran parte de la deuda autónoma, la transferencia de la agencia fiscal, la multiplicación por tres del personal de la policía regional, etc. Pero hay un plan sigiloso que incluye el retorno de las compañías que se fueron con los ‘Procés’ y que el Generalitat se financia fundamentalmente en los mercados. Cuando el PSC llegó al poder, se consideró que los planes brutales forzaron el regreso de las compañías, pero finalmente descartados por contraproducentes. Illa prefería la seducción al Garrotazo y ha estado trabajando para los empresarios durante meses, con la ayuda de Pedro Sánchez, quien se dice que tiene una obsesión personal en la que el gobierno de Illa «va bien», cuesta lo que cuesta, en la cuenta que lo trae.
La joya de la corona de la operación de regreso siempre ha sido el grupo La Caixa. Es el movimiento emblemático, porque sirve como un signo para el resto de las empresas que se fueron. El anuncio, ayer, que la fundación y el vehículo de inversión (criterios) regresan a Barcelona ofrecen un retrato bastante confiable del excelente momento a través del cual las relaciones entre La Caixa, el Generalitat y el Pass del Gobierno de Sánchez. Isidro Fainé, quien en febrero de 2026 tiene que renovar con sus 83 años a remolque el patrocinio de La Caixa, donde el voto del Ministro de Economía es clave, ha demostrado que sus rodillas no lo crujen cuando ejerce: si tiene que apoyar al gobierno para aliviar el Pallete, se hace. No deben tomar otros movimientos en empresas como Cellnex, Colonial o Naturgy. La decisión con Caixabank es más compleja ya que, como dijeron sus portavoces, cuando Sabadell decidió regresar: «El banco es otro después de la fusión con Bankia». Veremos cuánto tiempo se resiste ese argumento.
El tiempo elegido para el anuncio también parecía obedecer a la Caixa Classic: siempre que la opinión pública está digeriendo el impacto de algunas noticias espectaculares, anuncia cambios difíciles. Esta vez, sin embargo, con el acuerdo de inmigración de la constitucionalidad dudosa aún caliente sobre la mesa, puede no haber tenido tanto éxito. El cálculo que muestra la decisión de La Caixa es que sus gerentes suponen que, aunque las empresas pueden regresar al origen, que no regresará, al menos al poder en Generalitat, serán Carles Puigdemont y la colección de iluminados que lo sigan en juntas, pero aún envían el hemicycle. Los calmadores serán tarea de Josep Maria Coronas, la nueva directora de la Fundación. jmuller@abc.es
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