Judith Gifreu (CBEH) «La ciudad no puede convertirse en un parque temático ni un activo de inversión»
Que la media europea de financiación en vivienda social sea del 0,6% del PIB y que en Catalunya apenas llegue al 0,08% «es un infrafinanciamiento histórico que limita el derecho a la vivienda». Que la gentrificación de los barrios, fruto de una «moda comercializada y la presión turística», expulse a vecinos de rentas más bajas «no es inevitable», sino el resultado de una regulación débil y una falta de planificación urbana. Ahora bien, imponer nuevas normas sin evaluar previamente su eficacia demuestra una «obsesión política» que no aporta soluciones, «sino respuestas superficiales». De fondo, un conflicto de derechos, que para Judith Gifreu, profesora de Derecho en la UAB y codirectora de la Cátedra Barcelona d’Estudis d’Habitatge (CBEH), es el origen de todos los males.
Gifreu habla con EL PERIÓDICO tras la publicación de un decálogo de propuestas para hacer frente a la crisis de la vivienda. El documento, elaborado por la Cátedra, recoge el trabajo realizado durante tres años, incluyendo el reciente Congreso Internacional de Vivienda y Ciudad celebrado en Barcelona. Parte de una certeza: la crisis de acceso a la vivienda en España y Catalunya está más que diagnosticada, pero no ha ido acompañada de políticas públicas eficaces. Resultado: una parálisis.
Desde un enfoque jurídico, la Cátedra propone situar la función social de la vivienda por encima del derecho a la propiedad privada. No se trata de eliminar este derecho, sino de recordarlo como lo que es: «un derecho limitado por el interés general» explica Gifreu basándose en sentencias del Tribunal Constitucional y la normativa europea. En la práctica, esto implica que tener una vivienda vacía con fines especulativos, en un contexto de emergencia habitacional, choca con esa función social. «La ciudad no puede ser un parque temático ni un fondo de inversión; es un lugar para vivir», resume Gifreu.
Europa, actor clave
El decálogo también mira a Bruselas. La Cátedra cree que la Unión Europea debería asumir un papel más activo, no solo en la financiación de políticas de vivienda, sino también en su coordinación. Así como lo ha hecho en ámbitos como el medio ambiente, también podría liderar aquí. Además, plantean una innovación: utilizar técnicas de nudge —pequeños incentivos conductuales— para animar a propietarios de pisos vacíos a ponerlos en alquiler, sin necesidad de sancionar ni imponer. «No sustituyen a las políticas públicas, pero las complementan«, apunta Gifreu.
Más inversión, pero también más claridad
El problema de la vivienda tampoco se resolverá sin más financiación pública. La Cátedra propone presupuestos estables y plurianuales, con fondos específicos para construir, rehabilitar y gestionar vivienda asequible. Pero advierten que solo más dinero no basta. También hace falta una legislación más clara y coherente.
Actualmente, el marco legal es confuso y cambiante. Por ello, piden evitar regulaciones apresuradas, reforzar la seguridad jurídica y simplificar normas desde el Govern. A esto se suma una propuesta fiscal: aplicar el IVA correspondiente a los pisos turísticos, para alinearlo con su uso económico.
Un enfoque integral
El documento insiste en que la vivienda no puede abordarse de forma aislada. Debe vincularse a otros ámbitos clave como la salud, la movilidad, el urbanismo, la equidad o la cohesión social. Por eso, hablan de justicia urbana, no solo de acceso a la vivienda.
También proponen una mejor gobernanza, donde las distintas administraciones colaboren sin conflictos competenciales. Reivindican el papel de los ayuntamientos, promueven una administración digital y transparente, y abogan por establecer estándares de calidad para los servicios públicos de vivienda. En cuanto a la colaboración público-privada, la Cátedra no la rechaza, pero defiende que el liderazgo debe ser siempre público. Se abren a fórmulas como el derecho de superficie o sociedades mixtas, pero con reglas claras, transparencia y control.
Superar la parálisis
Para Gifreu, es hora de actuar. Acumular estudios sin aplicar medidas concretas lleva a una «parálisis por análisis». El decálogo, dicen, no es una declaración de intenciones, sino una hoja de ruta práctica que ya ha sido presentada a las Administraciones públicas catalanas —que también están dentro de la cátedra y financian su trabajo—, y a la Comisión Especial sobre la Crisis de la Vivienda en la Unión Europea del Parlamento Europeo.
La Cátedra, de carácter público-privado, está formada por las cuatro universidades públicas de la ciudad (UB, UAB, UPC y UPF) y es la primera en todo el Estado que se dedica exclusivamente al análisis del derecho a la vivienda desde una perspectiva integral. Fue creada en 2022 y ahora, con su primer Congreso, han querido analizar los grandes retos de la emergencia habitacional desde una perspectiva transdisciplinar y europea.
Las diez propuestas de acción que propone la CBEH para afrontar la crisis habitacional
- Hacer efectivo el derecho a la vivienda como pilar del Estado social
- Prevalecer la función social de la vivienda sobre la lógica meramente economicista, respetar el contenido esencial del derecho de propiedad y regular mejor.
- Asumir la crisis habitacional como un reto europeo y activar el liderazgo de la Unión Europea y la innovación en materia de vivienda
- Integrar urbanismo, regulación y vivienda para hacer efectivo el derecho a la ciudad y garantizar su cohesión social y territorial.
- Promover un modelo de desarrollo residencial ambientalmente social y económicamente sostenible
- . Asegurar una financiación estable y una fiscalidad justa al servicio del derecho a la vivienda
- Fomentar la colaboración público-privada
- . Reforzar el papel de los municipios y la gobernanza multinivel con un pacto de mínimos.
- Gestionar el servicio público de vivienda desde el derecho a una buena administración
- La vivienda como política pública clave para la salud, el bienestar y la justicia urbana con una mirada sistémica
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí