La Casa Blanca insiste en negar la autenticidad de la carta de Trump a Epstein
Donald Trump pelea con uñas y dientes para tratar de desvincularse del ‘caso Epstein’ pero sigue fracasando estrepitosamente en el empeño y su relación con el financiero y depredador sexual sigue haciéndole daño político. Este martes, el tema que él republicano alimentó con teorías conspiratorias en campaña pero que se le ha vuelto en contra una vez que está en el Despacho Oval ha provocado más de media docena de preguntas en la rueda de prensa de la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, y pese a la agresiva postura de la portavoz insistiendo en que todo es «un engaño alimentado por los demócratas», nada ha cambiado.
El escándalo se ha reavivado desde que el lunes se supo que el Comité de Supervisión de la Cámara Baja, dominado por los republicanos y que ha pedido colaboración a los herederos de Jeffrey Epstein, había recibido entre otros documentos un libro que preparó para el 50 cumpleaños del financiero Ghislaine Maxwell, exnovia, aliada y “conseguidora” de mujeres y jóvenes a las que se explotó sexualmente.
En ese libro, cuyo PDF se puede descargar por completo en la página web del comité, está incluido un mensaje que el actual presidente de EEUU preparó para su entonces amigo, que vio la luz ya el lunes. Era una felicitación soez donde había un texto envuelto en el trazo con rotulador grueso del perfil de un cuerpo femenino, donde la firma de Trump ocupaba la zona del vello púbico.
Cuando ‘The Wall Street Journal’ desveló ya en julio la existencia de la felicitación y la describió, Trump dijo que era mentira, que el mensaje “no existía” y demandó al diario por difamación. Y este martes, con la existencia confirmada, sigue insistiendo en que es falso.
La negación
“El presidente no escribió la carta, no firmó la carta”, ha dicho tajantemente en la sala de prensa de la Casa Blanca Leavitt, que ha recordado que se mantiene la acción legal del mandatario contra los periodistas y directivos del diario de Rupert Murdoch.
El argumento de Leavitt, como el que repite habitualmente Trump, es que todo es un “engaño” y una invención “políticamente motivada” y alimentada por los demócratas para hacer daño al presidente. “No he dicho que los documentos sean falsos”, ha declarado Leavitt, negando la evidencia de las palabras pronunciadas poco antes. “Digo que toda la narrativa que rodea a Epstein y que consume ahora a las cadenas progresistas de televisión es un engaño perpetrado por demócratas oportunistas”.
Ella y el círculo de Trump están intentando apoyarse en diferencias de la firma que se ve en el mensaje, de 2003, con la rúbrica actual del presidente, aunque los medios estadounidenses han estado analizando firmas antiguas donde se ven también cambios y evolución. Y Leavitt se ha mostrado dispuesta a que haya un análisis de expertos en grafología.
Otra imagen
Leavitt también ha tratado de restar credibilidad a las acusaciones haciendo referencia a otra imagen que aparece en el libro: una foto donde un hombre delcírculoo de Trump en Mar-a-Lago (Joel Pashcow) entrega a Epstein uno de esos cheques gigantes que se dan en concursos o ceremonias de premios por valor de 22.500 dólares y supuestamente firmado por Trump.
Aunque en ese caso la firma sí es obviamente diferente a la del mandatario, todo tiene el aire de una broma, aunque de mal gusto, como muchas otras imágenes y mensajes del libro, que derrochan vulgaridad y machismo. El texto que acompaña a la imagen, donde aparece una mujer (cuya identidad está protegida con un cuadrado negro sobre su rostro), reza: “Jeffrey mostrando talentos tempranos con dinero y mujeres”. “Vende a (el nombre protegido de la mujer) completamente devaluada por 22.500 dólares”.
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