La DGT reconoce el secreto a voces de las V-16
Desde que se decidió adoptar la medida, todo Parecía perfecto sobre el papel.. Sustituir los antiguos triángulos de advertencia por una señal luminosa evita tener que bajarse del coche y caminar por el arcén, una acción que ha costado demasiadas vidas en los últimos años.
La teoría dice que estos faros V-16 tienen suficiente intensidad lumínica para ser vistos desde una gran distancia, alertando a otros usuarios de la vía de la presencia de un obstáculo en la carretera mucho antes de que lo alcancen. pero esta ahí un enemigo natural con el que la tecnología LED tiene una batalla perdida: la luz solar directa.
La propia DGT ha reconocido esta visibilidad real de estos faros a plena luz del día no es lo que imaginábamos. Según la información técnica y los análisis recogidos por medios especializados, la realidad prevalece sobre la teoría. En un día despejado, el alcance visual efectivo de estas luces se reduce considerablemente. No hablamos de un pequeño margen de error, sino de que la señal luminosa pueda ser perceptible. solo unos 50 metros distante.
Para que entiendas la gravedad de esta información, necesitamos contextualizarla con la velocidad a la que viajamos. Imagínese conducir por una autopista a 120 kilómetros por hora. A esa velocidad, tu coche recorre más de 33 metros por segundo. Si la luz de emergencia del coche averiado que tienes delante sólo es visible cuando estás a 50 metros de distancia, significa que tienes menos de dos segundos desde el momento en que tu cerebro procesa el estímulo visual hasta que llegas a la altura del obstáculo. Es un tiempo de reacción decente, por no decir insuficiente, si no prestas mucha atención a la carretera.
Este reconocimiento por parte de las autoridades confirma lo que ya sospechaban el sentido común y algunos expertos en óptica. La luz del sol es tan potente que elimina el resplandor de los LED de los faros actuales. Se pierde el contraste necesario para que el ojo humano detecte la alarma cuando la luz ambiental es demasiado brillante. Esto no quiere decir que el dispositivo no funcione o esté dañado, sino que sus capacidades físicas de aviso visual tienen limitaciones en determinadas condiciones ambientales que se dan con mucha frecuencia en nuestro país.
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