La foto más reciente de la banca española
La Autoridad Bancaria Europea (EBA) Nos ofrece ya datos del segundo trimestre de 2024, lo que nos permite, por un lado, tener una foto comparativa del sector bancario español respecto al resto de la UE, y por otro, analizar la evolución reciente de el sector. Es un ejercicio interesante que permite analizar, entre otras cosas, el efecto que ha tenido la subida de tipos de interés de los últimos años, antes de que se iniciara la reducción de los tipos de intervención por parte de los bancos centrales.
Si vamos directamente al último escalón de la cuenta de resultados, la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del sector bancario español (incluido el negocio de sus filiales en el exterior) ha trepado hasta el 14,15%, 2 puntos porcentuales (pp). más de un año antes y 3 puntos por encima de la media de la UE. En relación a los principales sectores bancarios europeos, se trata de una rentabilidad que supera holgadamente a la de Alemania (5,9%) y Francia (6,9%), pero es inferior a la de Italia (15,5%).
Detrás de esta recuperación de la rentabilidad y de su mayor nivel respecto a la UE está el mayor margen de intereses de la banca española, que se ha elevado hasta el 2,9% de los activos (0,3 pp más que un año antes), superando en 1,2 pp la media europea. un margen que ha aumentado, y con mayor intensidad que en la UE, al abrigo de la subida de tipos de interés.
La recuperación de márgenes y el control de costes han permitido a los bancos españoles ganar eficiencia. Así, si en el segundo trimestre de 2023 costaba 47,2 euros alcanzar los 100 euros de margen bruto, un año después cuesta 43,4 euros. Se trata de una alta eficiencia en el contexto europeo teniendo en cuenta que, De media, a los bancos de la UE-27 les cuesta 10 euros más lograr el mismo margen.
La recuperación del margen con el que intermedian los bancos en un contexto de subida de tipos de interés ha tenido un efecto más beneficioso para los bancos españoles que para otros sectores de nuestro entorno dada la importancia que esta labor de intermediación tiene en su negocio. desde depósitos hasta préstamos. Sólo hay que ver qué préstamos y depósitos pesan en el activo de la banca española para demostrar su carácter bancario. minorista. Esta característica también se puede ver en la composición de sus ingresos netos, donde quienes Los ingresos procedentes de intereses representan el 76,5% del total, 15 pp más que en la UE27.
Esta mejora de la eficiencia y la rentabilidad se ha logrado en un contexto de holgada situación en términos de liquidez, como demuestran los indicadores requeridos por el supervisor. Así, el denominado ratio de cobertura de liquidez (que asegura la disponibilidad de liquidez para hacer frente a imprevistos durante 30 días) se sitúa en el 176,2% en la banca española, 13 pp por encima de la media europea. Y en el caso del coeficiente necesario para cubrir las retiradas de fondos durante un año (coeficiente de financiación neta estable), su nivel del 131,8% es también 3 pp superior al de la UE27.
Donde la banca española no sale bien parada en la comparación europea es en términos de solvencia, ya que el ratio que mide los recursos propios de mayor calidad de los que dispone un banco como porcentaje de sus activos ponderados por riesgo es el más bajo de todos los países de la UE27, con un valor del 12,8%, 3,3 pp inferior a la media. Es aquí, por tanto, donde nuestros bancos deben hacer un esfuerzo de capitalización, al que ayudaría una política más prudente en el reparto de dividendos. Algo ha mejorado en el último año (pasando del 12,6% al 12,8%), por lo que hay que seguir por este camino.
Otro aspecto que no puede faltar en la radiografía del sector es la calidad del activo y un primer indicador a analizar es el ratio de morosidad, es decir, qué porcentaje de los préstamos son de dudoso cobro. Es otro ámbito en el que debemos seguir mejorando para acortar la distancia que nos separa de la banca europea, ya que La tasa actual del 2,8% supera la de la UE-27 en 0,9 puntos porcentuales.
En la misma línea, también hay que seguir reduciendo el tipo de refinanciación, que es 0,8 pp superior a la media (2,2% vs 1,4%). La buena noticia es que actualmente se encuentra en el valor más bajo de la serie que ofrece la EBA desde 2014. Desde entonces, ha caído hasta prácticamente una quinta parte (del 9,9% al 2,2%).
La mayor tasa de morosidad de los bancos españoles se refleja en el coste del riesgo. Así, si relacionamos este coste con los activos bancarios, en España representa el 1,1%, más del doble que el 0,5% de los bancos europeos. Somos el tercer sector bancario de la UE27 con mayor ratio. Se trata de un coste que alimenta las provisiones, con una ratio de cobertura de la morosidad ligeramente superior a la media europea (43,6% frente a 42%) y que ha aumentado casi 1 pp en el último año.
Con estos datos, el diagnóstico más reciente sobre la salud de la banca española muestra su rentabilidad y eficiencia como sus principales fortalezas, así como una holgada posición en términos de liquidez, pero debe mejorar otros aspectos en los que muestra debilidad, como la mejora solvencia y calidad de activos. La mejora de la rentabilidad ayuda a la solvenciapero eso requiere una política prudente de distribución de dividendos para destinar una mayor parte de las ganancias a reservas. Lo que el accionista deja de ganar en el corto plazo es un beneficio mayor en el largo plazo.
*** Joaquín Maudos es catedrático de Economía de la Universitat de València, subdirector del Ivie y colaborador de CUNEF.
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