La fotografía no puede ser más expresiva y representa el preludio de la muerte: “10 guerreros cristianos fueron capturados en la aldea de Monge en la región de Ituri, estado centroafricano, Congo”. Las futuras víctimas aparecen vigiladas por tres terroristas yihadistas.

El Estado Islámico da cuenta de sus fechorías: «Esta semana, los soldados del califato en el Estado centroafricano mataron a tres miembros de los ejércitos congoleño y ugandés, hirieron a otros y quemaron sus cuarteles. También mataron a 13 guerreros cristianos en cinco operaciones separadas en las regiones de Ituri y Lubero, en el este del Congo, incluidas tres emboscadas contra fuerzas militares».