La mejor fabada del mundo de 2025 se come en un acogedor restaurante asturiano a pie de carretera y a pocos kilómetros de una estación de esquí
La Mejor Fabada del Mundo 2025 es la que elabora Casa Morán, de Collanzo (Aller) con alubia de Casa Gómez (Tineo) y compango local. Hicieron doblete, ya que también se llevaron el premio al mejor compango. Y ese es precisamente uno de los secretos de la mejor elaboración de fabada del planeta: «Un buen compango, mimo y dejar que les fabes cuezan, no meneales».
[–>[–>[–>Este establecimiento está enclavado en la carretera del puerto San Isidro ideal para los amantes del esquí en invierno, donde lleva 80 años atendiendo a sus clientes. Ahora mismo está en manos de Daniel Lasarte y Nadalina Fernández, que lo heredaron tras tres generaciones anteriores detrás de la barra. «Esto siempre fue un negocio familiar, nunca hubo nadie de fuera», apuntan. A esa familia se unió hace 16 años María Fernández, la cocinera, cuando decidieron dar el salto de bar a restaurante. «Hasta entonces solo dábamos alguna comida por encargo, pero hace 16 años que abrimos también como restaurante», señala la dueña a LA NUEVA ESPAÑA.
[–> [–>[–>En cuanto al prestigioso premio, es el segundo concurso al que se presentan. «En 2022 fuimos y quedamos finalistas, pero no ganamos nada», recuerdan. Y después de dos ediciones en las que no lo vieron claro, especialmente por la faba que había en ese momento, decidieron ir este año. «Nosotros siempre compramos productos de cercanía, cuanto más mejor y todo lo que podamos comprar en el concejo, lo hacemos», dicen. Por eso, ese año pensaron que la faba con la que están trabajando si era digna de un campeonato del Mundo.
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Pero, ¿cuál es el secreto de su fabada? «Nosotros la hacemos un día antes», apunta, aclarando que este plato podría hacerlo, a su juicio, «cualquier persona que no haya cogido una sartén en su vida». Prosigue explicando los pasos: «Nosotros trabajamos con faba seca y la ponemos a remojo el día antes. «Luego la ponemos a cocer, la cubro con agua dos dedos por encima y esperamos a que rompa a hervir y espume», señala esta guisandera. «Sólo echamos la faba y el agua y el punto de sal», dice, para agregar que después de que espume la faba, se retira esa espuma. «Añadimos el compango para que cueza todo junto durante una hora u hora y media, y ya está», dice con la sencillez de quien lleva cocinando más de tres décadas. «No lleva especias, no lleva nada más que la sal», dice, para desvelar que «el sabor que tiene se lo da el compango, especialmente la morcilla». La cocinera se atreve finalmente a dar sus dos secretos: «Una de las claves es dejar reposar la fabada un día para que el caldo engorde y la otra, nuestra morcilla». No le falta razón a María Fernández, ya que su compango también se erigió como el mejor del mundo. «Compramos en Aller, y nuestros productos son de aquí. Eso y el mimo al cocinar, no tiene más misterios», apunta Nadalina Fernández cuando se le pregunta la clave de su compango campeón.
[–>[–>[–>Este negocio familiar de Collanzo ya luce orgulloso en su fachada el título de mejor fabada del mundo. En su interior también tienen los trofeos que les entregaron en el concurso. Pero lo más importante es que en la impoluta cocina de Casa Morán es donde hierven día a día unes fabes de lo mejor del universo.
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