“La mejora del PIB no ha calado en la opinión pública”
El 55% de los españoles considera que la economía nacional está peor que antes de la pandemia, y solo el 20% cree que ha mejorado. Por su parte, aunque casi la mitad percibe la situación económica de su hogar como similar a la previa a la pandemia (44%), quienes ven un empeoramiento (34%) superan claramente a quienes creen que ha mejorado (22%). Son menos, en todo caso, los que opinan que la economía de su hogar ha empeorado que los que opinan así de la del país. Por otra parte, cuatro de cada diez entrevistados (40%) reconocen dificultades para llegar a fin de mes y casi un 75% afirma ahorrar menos de lo que desearía o, directamente, no poder ahorrar.
Estos son algunos de los resultados de la Encuesta Funcas sobre Economía y Finanzas del Hogar (2025), realizada el pasado mayo a una muestra de 1.200 adultos residentes en España. «El análisis de la encuesta evidencia que la mejora del PIB no ha calado en la opinión pública», concluye María Miyar, directora de Estudios Sociales de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
«En definitiva, el crecimiento económico no se traduce en una percepción de mejora en la vida cotidiana de amplios sectores sociales, al menos tal como lo expresan en la encuesta», añade Miyar en una entrada del blog de Funcas de la que es coautor el investigador Juan Carlos Rodríguez. No en vano, el informe que recoge los resultados de esta encuesta lleva el título de ‘Malestar en tiempos de crecimiento: la opinión pública sobre la economía española‘.
La macro y la microeconomía
Los investigadores de Funcas parten de que a pesar del crecimiento del PIB «el debate sobre la salud de la economía española está lejos de estar cerrado». El PIB crece a buen ritmo (en el primer trimestre de 2025 se sitúa el 8% del que había a finales de 2019, antes del estallido de la pandemia) y también el empleo (hay casi 1,8 millones más de ocupados que a finales de 2019 y la tasa de paro ha bajado casi dos puntos y medio, hasta el 11,8%). Sin embargo, los autores subrayan que la valoración no es tan positiva cuando se trata de la evolución del PIB per cápita, la de la productividad y la de la renta de los hogares.
«En este contexto, aunque es central la discusión de los indicadores oficiales habituales, también lo es conocer cómo percibe la sociedad la situación económica para aterrizar el debate y acercarlo a la experiencia de la gente«, añaden Miyar y Rodríguez, como justificación de la encuesta realizada por Funcas entre una muestra representativa de 1.200 personas a las que se les ha preguntado sobre la evolución la situación económica del país y de los hogares, los salarios, los impuestos y el impacto de las políticas públicas, entre otras cuestiones clave.
El 90% de los encuestados cree que los salarios están perdiendo poder adquisitivo. Y el 70 % considera que los impuestos han aumentado desde antes de la pandemia. La inflación es el factor más citado como causa del deterioro económico de los hogares, a gran distancia de otras, como los impuestos. El 76 % de los encuestados cree que los jóvenes actuales vivirán peor que sus padres.
Grupos de edad y adscripción ideológica
Las diferencias más relevantes se observan al comparar las opiniones medias según grupos de edad. Casi cuatro de cada diez entrevistados en el segmento de 35 a 54 años consideran que su situación económica ha empeorado, una cifra que parece algo mayor que en los jóvenes (34%), pero más alta que la que se da entre los cercanos a la edad de jubilación (32%) y, sobre todo, entre quienes seguramente ya estén jubilados (27 %). En los grupos de edades más avanzadas prevalece especialmente la sensación de que las cosas son parecidas, observándose menores porcentajes de reconocimiento de mejora de su situación económica, concluye el estudio.
La autoubicación ideológica explica gran parte de las diferencias en la percepción de la evolución de la economía, tanto la nacional como la particular: en la izquierda predominan los juicios positivos; en el centro y la derecha, los negativos. No sucede así cuando los entrevistados describen la situación económica actual de su hogar.
En general, se observa una notable disposición a pagar bastantes más impuestos para financiar un mayor gasto en sanidad (46%), educación (40%) y cuidados a los mayores (33%), pero un apoyo limitado a partidas como la de defensa (10%) o la de promoción de la natalidad (16%).
La importancia de las percepciones
Los autores están convencidos de que «más allá de la coyuntura inmediata, las percepciones económicas tienen implicaciones de calado». Así, en el ámbito económico, las percepciones influyen en la confianza del consumidor, las decisiones de inversión, las estrategias empresariales y el comportamiento de los mercados financieros. En el plano social, las percepciones condicionan el bienestar psicológico, la confianza en las instituciones, la estabilidad política, la participación ciudadana y la cohesión social, según subraya el informe sobre ‘Malestar en tiempos de crecimiento’.
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