La navidad ovetense de la familia que cambió la ley árabe
Nochebuena en Las Caldas y Navidad en la calle Cervantes de Oviedo. Es la hoja de ruta navideña de la familia Brañanova, que tuvo que litigar y cambiar la ley sobre las custodias de los hijos menores en los emiratos árabes para que Sebastián y Olaya no perdieran los vínculos con la tierra de su padre y, lo más importante, la relación y el contacto con sus abuelos asturianos, la luarquesa Ana Brañanova y el turonés Alfredo Rodríguez. «Hace cuatro años tuvimos que esperar a la autorización del juez para poder venir, ahora ya no es necesario», comenta el ingeniero ovetense que no dudó en reclamar, con la ley en la mano, poder salir de Dubai con sus hijos, como ya podía hacer la madre de los niños desde la separación del matrimonio.
[–>[–>[–>Los periodos vacacionales en Dubai son totalmente distintos a los de Europa, de ahí que los dos hijos de Borja Brañanova lleven en España desde finales de noviembre. El mayor, Sebastián, incluso ha celebrado «el cumple» de sus doce años en la tierra de su padre, mientras que su hermana Olaya «hasta se animó con la cocina para hacer unos frixuelos», según desvela su padre.
[–> [–>[–>Tras la Nochebuena con los abuelos en un hotel de Las Caldas, tocaba comida familiar en otro local del centro de Oviedo y la familia Brañanova aprovechó para realizar antes una visita a la familia de Modesto González Cobas, el musicólogo, cronista oficial de Valdés y exmiembro del RIDEA, fallecido en 2012 y tío del ingeniero de minas residente en Dubai desde hace más de dos décadas: «Hemos ido a ver a mi tía, Cristina, de 95 años, y hemos estado un rato también con los hijos de Modesto, Pedro y Marcos», apuntó Brañanova. El ingeniero siempre reivindicó a lo largo de un litigio de alcance internacional el derecho que tenían sus hijos a conocer a sus familiares asturianos «desde niños, un momento decisivo en la vida para no perder el contacto con tus orígenes».
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La abuela, Ana Brañanova, ha ido de forma regular a Dubai para estar con Sebastián y Olaya, pero el abuelo, Alfredo Rodríguez, con problemas de movilidad, no pudo conocer a los niños hasta su primer viaje a Asturias, hace justo ahora cuatro años. «¿Por qué nos tapasteis los ojos en la foto del periódico?», pregunta Olaya, al ver la página de lo que fue su primera visita a Oviedo, con su abuelo, su padre y su hermano, en el Campo San Francisco. Dado que era la primera visita a España y que todavía precisaba autorización del juez, su padre pidió esa cautela para evitar posibles trabas ante futuras salidas de Dubai. Ahora las circunstancias han cambiado y como cualquier otro padre o madre, puede viajar con sus hijos, sin limitaciones. «Hemos estado en una veintena de países, en varios para hacer surf», comenta Borja Brañanova, que permutó el orden de sus apellidos para «mantener» el de su madre y que no se pierda..
[–>[–>[–>«Un libro abrahámico»
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El próximo viaje será a Laos y Vietnam, pero antes Borja Brañanova ultima un libro «de colaboración, en el que participan cristianos, judíos y árabes, de carácter abrahámico, en el que estas tres grandes civilizaciones nos hemos puesto de acuerdo en los asuntos relacionados con los derechos de los niños y la custodia de los menores». Un avance de gran calado, subraya Borja Brañanova, para que «se racionalicen cada vez las decisiones, pensando antes en las necesidades de los menores que en las doctrinas religiosas».
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