La periodista Letizia reapareció en Valencia
A la Reina Letizia es bien sabido que solo hay que darle un poco de margen para que le salga la vena de periodista. Pero pocas veces esa ocasión acaba siendo retransmitida en directo en horario de máxima audiencia radiofónica. Ese momento se vivió el martes, en la segunda visita de los Reyes de España a las zonas afectadas por la dana. Una visita que empezó por la localidad valenciana de Chiva, retomando así el viaje frustrado que debían haber hecho los Monarcas el pasado 3 de noviembre y que acabó donde empezó, en Paiporta, soportando el chaparrón de unos vecinos enlodados y enfurecidos con la gestión del desastre por parte de las autoridades.
La del martes, sin embargo, fue una visita mucho mejor preparada y con la población dispuesta a agradecerles a los Reyes su preocupación por los vecinos. De ahí que su paseo por Chiva, por Utiel (Valencia) y por Letur (Albacete) fuera despliegue de sonrisas, de abrazos y muchos «vivas» a la Corona exclamados por espontáneos.
En esa ruta de saludos, con los periodistas bien controlados en zonas específicas por el equipo de seguridad de la Casa Real, hubo un informador que pudo saltarse el «cordón» preventivo. Ese fue Carlos Alsina, que desde bien temprano estaba emitiendo en directo desde Chiva su programa «Más de uno», de Onda Cero. Cuenta Alsina que el hecho de que él no llegara con el grupo de informadores que se desplazaban bajo el control de la Casa Real hizo que pudiera estar a pie de calle, dispuesto a entrevistar a los Reyes si se le ponían a tiro. «No daba un duro», reconoció el periodista, por que se pudiera dar ese saludo. Pero había que intentarlo y en directo; a costa, incluso, de «hacerme el loco cuando el equipo de Zarzuela nos dijo a todos los del equipo que deberíamos estar con el grupo de prensa».
Hasta que llegó el momento y la Reina, tras reconocer a Alsina entre el público, se acercó a saludarle, momento que aprovechó el locutor para ponerle el micrófono y preguntarle por «el mensaje que traían los Reyes a los vecinos». Pese al guirigay que se formó en torno a ellos («es que no te oigo nada; ¿me dijiste algo de los vecinos?», le preguntó Letizia), la Reina acabó diciéndole que su intención no era otra que «escuchar, compartir, estar con ellos, seguir manteniendo aquí la atención, que como tú bien dices en tu programa tiene que ser una atención constante y no debe nunca decaer».
Tras esa respuesta la Reina decidió coger las riendas de la entrevista:
–¿Y tú como llevas el programa?
–Bueno… (respondió, sorprendido el periodista).
–¿Tú cómo estás? (insistió Letizia).
–Pues yo estoy escuchando, que es a lo que llevo viniendo estas semanas; escuchando cómo los estados de ánimo van cambiando también, aunque sigue habiendo mucho dolor debajo de los corazones de todas estas personas, como ustedes saben.
–¿Vas a volver más veces? (nuevamente la iniciativa la tomó la Reina).
–En eso estamos; en que lo que ha pasado no se olvide. ¿Y ustedes también?
–Nosotros también, claro. Me alegro mucho de verte y enhorabuena a todos; a tu equipo y a ti en particular, por el trabajo que hacéis. Como todos los medios de comunicación. (Todo dicho por la Reina sin soltarle la mano al periodista).
Para entonces Carlos Alsina solo podía agradecerle a Letizia su atención, mientras intentaba zafarse cortésmente para «saludar al Rey, con permiso de la Reina, porque igual quiere decir algo».
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Felipe VI también tuvo palabras de ánimo para la población, y eludió como pudo la pregunta del locutor sobre si las instituciones deberían pedir perdón por lo sucedido en los primeros días de la tragedia. Al final quedó un gran directo y la certeza, como bien comentó Alsina, de que «los Reyes son grandes oyentes de radio». Y Letizia, una reina con alma de periodista.
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