La relación entre bacterias intestinales y la enfermedad podría estar sobreestimada
Muchas enfermedades relacionadas con bacterias, como la enfermedad inflamatoria intestinal o el cáncer colorrectal, están asociadas con un crecimiento excesivo de bacterias intestinales consideradas «malas». Sin embargo, un estudio publicado en la revista «Cell» muestra que los cambios en la carga microbiana, más que las enfermedades, podrían ser el factor detrás de la presencia de estas especies nocivas asociadas a patologías.
Tradicionalmente se creía que determinadas bacterias eran directamente dañinas y responsables de estas patologías, pero el nuevo análisis demuestra que la carga microbiana, influenciada por factores como la edad, la dieta, el sexo, el país de origen y el uso de antibióticos, es lo que en gran medida explica la aparición de firmas bacterianas típicas en muestras de pacientes, sin estar necesariamente relacionadas con la enfermedad en sí.
Este descubrimiento redefine el papel de los microbios en las condiciones de salud y enfermedad. Peer Bork, del EMBL Heidelberg y uno de los autores del estudio, dice que el equipo se sorprendió al descubrir que muchas bacterias que parecían estar relacionadas con enfermedades se explicaban mejor por variaciones en la carga microbiana, lo que sugiere que estos microbios están más asociados con tales síntomas. como estreñimiento o diarrea que con la propia enfermedad.
La carga microbiana es un concepto importante en el microbioma, pero los estudios experimentales que la miden suelen ser costosos y complejos. Utilizando modelos predictivos de aprendizaje automático, el equipo pudo superar esta limitación desarrollando un método que estima la carga microbiana fecal en función de la composición del microbioma. Esto nos permitió explorar las diferencias en la carga microbiana en una amplia gama de estudios de salud y enfermedades utilizando grandes bases de datos metagenómicas.
Para el estudio, los investigadores analizaron miles de metagenomas y datos experimentales de carga microbiana de los proyectos europeos GALAXY y MicrobLiver, así como de MetaCardis.
Esta técnica permite que otros estudios de microbioma predigan la carga microbiana sin necesidad de medirla experimentalmente.
Aunque el estudio no establece causalidad ni revela mecanismos de acción precisos, abre la puerta a futuras investigaciones centradas en identificar bacterias directamente relacionadas con enfermedades, así como en adaptar este modelo predictivo a otros entornos como los microbiomas marinos y terrestres.
El modelo, explica Baltasar Mayo, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC) en el Centro Científico, no establece relaciones causales entre la carga microbiana total y las enfermedades, pero los autores creen que esa carga microbiana total puede ser un elemento de confusión de gran importancia para la asociación de enfermedades y microbios intestinales. “Tener en cuenta esta carga microbiana total podría permitirnos centrarnos específicamente en algunas especies clave para cada enfermedad. En otras palabras, no tiene un uso práctico inmediato, pero puede ser de gran importancia para futuros estudios que investiguen estas asociaciones entre microbios y enfermedades”, añade.
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