La UE pone patas arriba la clasificación de los fondos sostenibles y propone tres nuevas categorías
La Unión Europea (UE) avanza ante la desaceleración de la inversión verde en Europa debido al clima antisostenibilidad que reina en gran parte del mundo, especialmente desde la Administración Trump.
La Comisión Europea, su brazo ejecutivo, ha impulsado una nueva clasificación de fondos sostenibleses decir, aquellos que usan Criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo. (ASGen Inglés).
Hasta ahora, el Reglamento de divulgación de finanzas sostenibles (SFDR) estableció un sistema de clasificación que giraba en torno a la artículos 8 (fondos que promueven características ambientales o sociales) y 9 (fondos que tienen un objetivo explícito de sostenibilidad).
Pero la excesiva burocracia europea que tuvieron que atravesar los gestores para clasificar sus fondos, así como el miedo a ser etiquetados como lavado verde cualquiera ecopostureo Si clasificaron sus fondos como 9 pero, en realidad, eran 8, ha provocado que el sistema haya ido decayendo con el paso de los años.
Por ello, la Comisión de Ursula von der Leyen ha propuesto cambiar estos dos artículos por tres categorías más claras: fondos «sostenibles», «transicionales» y «básicos ESG».
Los fondos sostenibles serían aquellos vehículos que contribuyen directamente a objetivos climáticos o sociales, invirtiendo en empresas o proyectos con altos estándares de sostenibilidad, alineados con la taxonomía de la UE.
Por su parte, los fondos de transición estarían dirigidos a inversiones en empresas o iniciativas que estén en proceso de descarbonización o transición hacia modelos de negocio más sostenibles, financiando mejoras o planes de cambio creíbles.
Por otro lado, los fondos ESG básicos serían productos que integran factores ambientales, sociales o de buen gobierno, o excluyen actividades consideradas nocivas, pero sin cumplir los estándares para ser sostenibles o transitorios.
La Comisión ha avanzado que los fondos que quieran incluir el término ESG en su denominación deberán pertenecer a alguna de estas categorías y tener al menos el 70% de su portafolio alineado con la estrategia de sustentabilidad declarada.
Si un fondo no encaja en ninguna de las tres categorías, se considerará «no clasificado».
Esta nueva estructura entrará formalmente en vigor tras el proceso legislativo. La reforma tiene como objetivo simplificar el papeleo, reducir los costos regulatorios y facilitar la comprensión y comparación de productos para los inversores minoristas.
Reacción de la industria
Para Tanguy van de Werve, director general de Efama«Estos cambios representan un progreso hacia un marco financiero sostenible prácticamente efectivo».
«El establecimiento de categorías de productos más claras y requisitos de divulgación más específicos permitirá a los inversores comprender, comparar y confiar mejor en las estrategias de sostenibilidad de los productos financieros», añade el director de la asociación de gestión europea.
Como aspecto positivo, Efama destaca la exclusión de la gestión de carteras y del asesoramiento en materia de inversiones del alcance, «lo que garantiza la coherencia con las preferencias de MiFID y evita la duplicación de divulgaciones».
Por el contrario, la asociación europea de empresarios advierte que, «de cara al futuro, Se necesitarán orientaciones claras para garantizar una transición fluida de los actuales artículos 8 y 9 a las nuevas categorías y alinear las preferencias de sostenibilidad de MiFID con el marco SFDR revisado, evitando así confusión para los inversores finales».
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