Las cláusulas imprescindibles que debes firmar siempre en tu contrato de alquiler
En ciudades como Madrid o Barcelona iniciar el camino hacia la emancipación se ha convertido en un reto para muchos jóvenes. La oferta de vivienda es mucho menor que la demanda, lo que eleva tanto los precios de compra como los de alquiler, complicando la capacidad de planificar una vida independiente. El sector inmobiliario en España atraviesa una profunda crisis caracterizada por una Déficit estructural, ya que el déficit de viviendas ronda las 700.000 viviendas. Esta situación genera una enorme presión sobre los jóvenes que buscan su primera vivienda y limita sus opciones de movilidad geográfica y laboral.
Además, datos recientes muestran que la compra de viviendas de segunda mano se ha encarecido significativamente. en el tercer trimestre de 2025, y los alquileres registraron incrementos en torno al 10,9%. Esta situación hace que los jóvenes con ingresos limitados, contratos temporales o sin ahorros encuentren casi cerrado el camino hacia la vivienda propia, lo que refuerza la tendencia a prolongar la dependencia familiar o a vivir en condiciones de alquiler menos estables. La combinación de altos precios y escasez de oferta ha intensificado la competitividad en los mercados de alquiler y venta, generando situaciones de estrés y frustración para quienes buscan independizarse.
En esta situación turbulenta, garantizar que cada paso se dé de manera segura se vuelve de suma importancia. Ya sea en la compraventa o en el arrendamiento, prestar atención a lo firmado, comprender cada cláusula y evitar sorpresas es clave para proteger derechos y evitar compromisos inesperados. En el ámbito del alquiler, específicamente, el contrato de arrendamiento se presenta como una variable que puede supondrá gastos extraordinarios o problemas graves si no incluye determinadas cláusulas imprescindibles que salvaguarden tanto al inquilino como al arrendador. Una correcta gestión de los contratos también permite planificar mejor el presupuesto y minimizar riesgos legales futuros.
Las cláusulas imprescindibles que tienes que firmar
En primer lugar, el contrato debe incluir la identificación completa de las partes y una descripción detallada del inmueble, especificando su dirección, superficie, usos permitidos y, si se trata de una vivienda amueblada o con anexos como trastero o garaje. A continuación, se debe establecer claramente la duración del contrato de arrendamiento, con fecha de inicio, plazo establecido, condiciones de prórroga o renovación automática, para evitar incertidumbres sobre la continuidad del alquiler. Estas definiciones ayudan a ambas partes a tener expectativas claras y evitar conflictos innecesarios con el tiempo.
Asimismo, deberán constar inequívocamente los ingresos mensuales, la forma y plazo de pago, la cuenta o método bancario elegido y la actualización de los ingresos en caso de que se acuerde una tasa de aumento. También deberá definirse el depósito legal y cualquier garantía adicional contra impago o daño: el monto, el tiempo de entrega, condiciones de devolución y si hay garantía o seguro de impago. Tener estos detalles por escrito protege tanto al inquilino como al propietario y reduce la probabilidad de futuras reclamaciones.
Dejar por escrito el responsable de cada pago
Entre otros aspectos fundamentales están la obligaciones de mantenimiento y reparación, donde debe quedar claro lo que corresponde al arrendadorcomo garantizar la habitabilidad y buen funcionamiento de las instalaciones esenciales, y lo que corresponde al inquilino, como el uso ordinario, las pequeñas reparaciones y la conservación del mobiliario. Asimismo, el contrato debe incluir cláusulas sobre el uso del inmueble: si es exclusivamente para vivienda habitual, si permite subarrendamiento o cesión, y las normas internas del edificio o comunidad que puedan ser de aplicación. La claridad en estas responsabilidades garantiza una convivencia armoniosa y protege el valor del bien.
Finalmente, es imprescindible acordar las causas y efectos de la resolución anticipada del contrato, especificar quién asume los suministros o gastos de comunidady adjuntar los anexos necesarios como inventario de mobiliario, certificado de eficiencia energética o normas de comunidad de propietarios. La ausencia de cualquiera de estas cláusulas podría acarrear costes imprevistos, litigios legales o incluso la pérdida del depósito por incumplimiento. Revisar detalladamente y negociar cada punto del contrato permite a ambas partes mantener una relación de confianza y seguridad durante toda la duración del contrato de arrendamiento.
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