Las empresas tienen que implantar la inteligencia artificial allá donde sufran cuellos de botella
El inteligencia artificial Es una realidad ante la que la empresa española está reaccionando. Pero… ¿Cómo? Francisco Reynespresidente ejecutivo de Naturgy, precisa que su empresa empezó a adoptar esta tecnología «hace años» para mejorar todo lo que tiene que ver con «la seguridad y la prevención», así como el servicio al cliente.
Defiende que la inteligencia artificial tiene que formar parte de “los programas de todas las empresas, ya sean grandes, medianas o pequeñas. Ha venido para quedarse y es mejor aceptarlo ahora que después y a trompicones”.
Su consejo es que se implemente esta tecnología”donde pueda ayudar, en los cuellos de botella. Esto servirá de ejemplo y palanca impulsora para el resto de la organización, generando seguidores dentro de las empresas”.
Por supuesto, es una tecnología que siempre debe ser gestionada por un ser humano y debe servir para apoyar la toma de decisiones dentro de unos mínimos estándares éticos. ««La inteligencia artificial puede generar efectos no deseados y ser como un cuchillo, que puede usarse tanto para cortar pan como para matar»..
Reynés abordó estos temas durante el XXIII Congreso de Directivos del CEDE, que se celebró en La Coruña, en un coloquio en el que también estuvo presente. José María Álvarez-Palletepresidente ejecutivo de Telefónica, quien ha considerado que la inteligencia artificial representa más que una evolución tecnológica, una revolución «estructural».
Para subirse al tren de esta tecnología hay que actuar. «Europa ha perdido el tren de la innovación en los últimos 30 años. Ni el 4G ni el 5G son un estándar europeo. «Tenemos la oportunidad de desarrollar una política industrial que nos conduzca a ello».
En este sentido, Álvarez-Pallete ha defendido que hay que abordar cambios profundos en el sector. teleco. «La regulación de mi sector es del siglo pasado«Tienen que desregularnos y darnos una oportunidad frente a los nuevos que están llegando».
En este sentido, el directivo se muestra «optimista». Indica que los informes Letta y Draghi van en esta dirección y que también lo hacen los planes de la nueva Comisión Europea.
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