Las RSF detienen a varios de sus miembros, incluido un comandante grabado ejecutando a personas en El Fasher, Sudán
MADRID, 31 de octubre (EUROPA PRESS)-
Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) paramilitares han anunciado la detención de varios de sus miembros, incluido un comandante que apareció recientemente en vídeos sobre la ejecución sumaria de personas en la ciudad de El Fasher, capital de Darfur del Norte, tras su captura por el grupo tras meses de combates con el Ejército sudanés.
El grupo afirmó en un comunicado publicado en su cuenta Telegram que estas detenciones se producen «en aplicación de órdenes de la dirección (de las RSF, dirigidas por Mohamed Hamdan Dagalo, alias ‘Hemedti’) y por respeto a la ley, a las normas de conducta y a la disciplina militar durante la guerra», antes de precisar que estas personas son sospechosas de participar en «violaciones» durante «la liberación de El Fasher».
Así, ha precisado que entre ellos se encuentra un comandante identificado como ‘Abú Lulu’, cuyo nombre real sería Al Fatí Abdullah Idris, acusado de estar detrás de varias masacres en la ciudad, también durante los más de 500 días de asedio y ataques con drones y artillería contra El Fasher por parte de RSF.
El hombre transmitió en vivo a través de una cuenta en la plataforma TikTok y admitió haber asesinado a cientos de personas, afirmando incluso que su objetivo era aumentar la cifra a 2.000. Además, en un vídeo se le ve ejecutando a un hombre que pide clemencia.
«Comités jurídicos especializados han comenzado a investigarlos con vistas a llevarlos ante la justicia. Se están aplicando medidas para evitar violaciones que dañen la dignidad humana, contravengan los valores morales o entren en conflicto con los convenios internacionales, principalmente los Convenios de Ginebra», afirma RSF.
Asimismo, han acusado a las autoridades de «exagerar» y «lanzar campañas de politización» en torno a las atrocidades cometidas por RSF tras su entrada en El Fasher. «Buscan explotar estos incidentes para promover sus perversas agendas y ocultar sus fracasos históricos», afirmó, antes de prometer que sus tropas «harán justicia» a los abusos.
«Nuestras fuerzas reafirman su total compromiso con el respeto al Estado de derecho y con la rendición de cuentas de toda persona cuya implicación en violaciones o abusos sea probada, sea quien sea, dado que nadie está por encima de la ley», concluyó el grupo paramilitar, ante una ola de condena internacional por las masacres en la ciudad.
‘Hemedti’ reconoció este miércoles la existencia de abusos tras la toma de El Fasher y prometió la creación de una comisión de investigación. «Comenzará a investigar de inmediato y responsabilizará a cualquier autoridad o militar que haya excedido el límite o violado otros derechos», afirmó. «Si un soldado es nuestro, diremos que es nuestro», dijo, insistiendo en que «quien sobrepase sus límites deberá rendir cuentas inmediatamente».
Las palabras del líder de RSF, grupo acusado de numerosas atrocidades en el pasado, seguidas de promesas de rendición de cuentas, se produjeron después de que el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunciara la muerte de más de 460 personas en una maternidad de la ciudad, centro donde también fueron secuestrados varios trabajadores sanitarios.
Asimismo, la Fuerza de Protección Conjunta de Darfur, alineada con las Fuerzas Armadas de Sudán, acusó este martes al grupo paramilitar de ejecutar a «más de 2.000 civiles desarmados» tras tomar la ciudad. «La mayoría de ellos son mujeres, niños y ancianos, algo que ocurre a la vista del mundo entero, en un escenario que debería estremecer a la humanidad», lamentó.
El jefe del Ejército sudanés y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdel Fattá al Burhan, confirmó este lunes que las tropas sudanesas se habían retirado de la capital de Darfur del Norte, un día después de que el grupo paramilitar anunciara que habían conquistado esta ciudad, asediada desde hacía un año y medio y sumida en una grave crisis humanitaria por los constantes ataques de las RSF y los bloqueos a la entrada de ayuda.
La guerra civil en Sudán estalló por fuertes desacuerdos en torno al proceso de integración del grupo paramilitar dentro de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasan al Bashir, ya dañado tras el golpe de Estado que derrocó al entonces primer ministro, Abdullah Hamdok, en 2021.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a los beligerantes, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias del mundo, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de víctimas.
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