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Llega el frío y la DGT te da estas pautas para evitar multas y accidentes

Llega el frío y la DGT te da estas pautas para evitar multas y accidentes
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  • Publishednoviembre 7, 2025



El primer pilar de la seguridad invernal es anticipación. Y esto empieza antes de que lleguen las primeras heladas severas. Confiar en que el coche reaccionará a cinco grados bajo cero del mismo modo que reacciona a treinta grados en agosto es el primer error. La DGT se centra en varios elementos críticos que deberías revisar.

Los más importantes, sin duda, son llantas. Son el único punto de contacto de tu coche con el asfalto. Con el frío, la mezcla de goma se endurece y pierde agarre. Si a esto le sumamos que la banda de rodadura está desgastada, la lluvia o el hielo te convertirán en un pasajero de tu propio vehículo. La ley exige una profundidad mínima de 1,6 milímetros, pero la DGT y los expertos en seguridad Recomiendan no bajar de los 3 milímetros para el invierno. Un neumático desgastado no consigue evacuar el agua y provoca el temido aquaplaning, por no hablar del hielo o la nieve. No olvides comprobar también la presión, ya que tiende a bajar con el frío.

EL batería es de lejos El motivo principal de la asistencia en carretera en invierno.. Las bajas temperaturas reducen el rendimiento. Si por la mañana notas que el coche tiene dificultades para arrancar, o que el motor de arranque gira con dificultad, no esperes hasta quedarte varado. Es un aviso de que la batería está en las últimas. Comprobar su estado en el taller es rápido, económico y te ahorrará muchos problemas.

La visibilidad es otro campo de batalla conducir en invierno. Los días son más cortos y las condiciones peores. Es fundamental ver bien y ser visto. Revisa todas las luces del auto, incluidas las luces antiniebla. Por cierto, este último sólo debe llevarse en caso de niebla espesa o lluvia muy intensa. Llevarlos cuando no te toca no sólo deslumbra a los que circulan detrás de ti, sino que también te puede costar una multa de 200 euros.

Otro elemento esencial es la limpiaparabrisas. El sol del verano puede dañar la goma de las escobillas del limpiaparabrisas, dejándolas rígidas e inutilizables. Si dejan huellas o hacen ruido cuando llueve, es momento de cambiarlas. Son baratos y se pueden cambiar en un minuto. Asegúrate también de que en el depósito hay líquido lavaparabrisas, y que sea un líquido específico de invierno, con anticongelante. Agregar solo agua provocará que se congele el circuito y el propio vaso cuando más lo necesite. Finalmente, comprobar el nivel del líquido anticongelante del motor; Una congelación severa con un nivel bajo puede literalmente hacer estallar el motor.



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