los privatizadores como Aznar o Ayuso no descansan
Extremadura acaba de dar un paso más hacia privatización de la salud pública. El presidente regional ha autorizado que los jefes médicos también puedan trabajar en el sector privado. Las asociaciones de salud pública lo critican: si un jefe de servicio también trabaja en clínicas privadas, podría derivar pacientes a su negocio u organizar agendas que amplíen aún más la listas de espera.
Este giro rompe con el Exclusividad que protegía la salud pública en Extremadura desde 2006. Ahora, sólo Navarra mantiene la prohibición de que los médicos públicos trabajen en el sector privado. Todo indica que la intención de frenar esta tendencia es mínima, y se percibe como un guiño a Vox, que ya ha abierto la puerta a eliminar la exclusividad.
Privatizaciones que vienen de lejos
Él Camino hacia la sanidad privada en España Tiene décadas de antigüedad. Todo empezó en 1997cuando José María Aznar impulsó una ley que permitía a las empresas privadas beneficiarse de la sanidad pública. La ley aprobada con el apoyo de todos los partidosexcepto Izquierda Unida y el BNGquien votó en contra. Los representantes de IU denunciaron que «hubiéramos querido que grupos que se dicen de izquierda se unieran a nosotros para denunciar un mecanismo de privatización de la salud».
Dos años después, en 1999, Eduardo Zaplana inauguró el primer hospital de titularidad pública y gestión privada en Alzira (Valencia). La promesa era que la gestión privada sería más eficiente y permitiría 20% de ahorro en materia de gestión pública. La realidad fue otra: el hospital acabó siendo rescatado y costó más de 69 millones de euros. La Generalitat dejó de pagar 225 euros por habitante a 379y con el paso de los años la cifra alcanzó 750€.
El modelo se expande
Esperanza Aguirre Llevó al extremo la privatización en Madrid, inaugurando hospitales supuestamente públicos, pero construidos y gestionados por empresas privadas. Para ella, «que los servicios públicos tienen que ser gestionados por funcionarios es un dogma de izquierda; las empresas privadas son más eficaces que las públicas».
Hoy, su heredero político, Isabel Díaz Ayusosigue defendiendo el mismo modelo y asegura que hay que «dejar de desprestigiar la sanidad pública y la colaboración público-privada que tan buenos resultados está dando».
En este momento, Madrid es la comunidad con más privatizacionesseguido por Canarias, Baleares y Cataluña. En Cataluña, el modelo mixto que Jordi Pujol se sentó en los años 90 Todavía persiste y nadie lo ha revertido.
La excusa oficial siempre ha sido la misma: que el la gestión privada es más eficiente. Pero los datos muestran lo contrario. El modelo mixto a menudo cuesta más a las arcas públicas y no garantiza una mejor atención a los pacientes. El caso más simbólico sigue siendo Hospital de Alciradonde la gestión privada prometió ahorros, pero acabó costando mucho mas.
La respuesta de la sociedad
El impulso del PP por la salud pública ha provocado un respuesta masiva en las calles. El marea blanca Ha sido protagonista de algunas de las mayores manifestaciones de España. solo en Madrid, en 2022la organización contó 600.000 personas defendiendo la salud pública.
décadas de privatizaciones de la saluddecisiones políticas y leyes impulsadas por gobiernos de diferente índole han ido transformando la salud pública en un campo de juego para las empresas privadas. Extremadura se suma ahora a esta tendencia, mientras que otras comunidades mantienen únicamente la exclusividad pública de nombre.
La pregunta que queda es clara: ¿la sanidad en España seguirá siendo un derecho público o un negocio privado?
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