Los que dañen a Tesla van a atravesar un infierno

Circulan coches eléctricos Tesla por EEUU con un apósito en el que se aclara que el vehículo fue comprado «antes de que Musk se volviera loco». Pretenden con ello los conductores evitar ser objeto de vandalismo -que se está produciendo- de la mano de detractores extremos del magnate Elon Musk, dueño de la empresa convertido, ahora, en la mano derecha del presidente de EEUU. Hasta el punto de que Trump, como si de un comercial se tratara, ha salido a la palestra para defender al empresario anunciando que se va a comprar un Tesla y amenazando a los boicoteadores: «Van a atravesar un infierno». A la pregunta de un periodista sobre la posibilidad de que fuesen etiquetados como «terroristas domésticos», el republicano contestó: «Lo haré».
Los enanos empiezan a crecerle al multimillonario Elon Musk -se precipita en la Bolsa- por las consecuencias de ponerse a diposición del líder republicano para acabar con los «derroches» en la Administración pública estadounidense, colocándose al frente de la Oficina de Eficicencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés), creada ‘ad hoc’. Se ha puesto en contra al funcionariado, con despidos y cierre de oficinas gubernamentales, y un grueso de ciudadanos que se echan las manos a la cabeza por sus políticas. Acumula, también, varias resoluciones judiciales en contra.
Las redes sociales de ususarios de Tesla rebosan de críticas y de experiencias en las que algunos explican que han intercambiado su coche eléctrico por uno de otra marca. La acción de Tesla ha perdido más del 50% desde su pico de diciembre y la fortuna de Musk ha caído en unos 70.000 millones en un mes, aunque sigue siendo considerado el hombre más rico del mundo según Bloomberg Billionaires Index. Trump acusó a «lunáticos de izquierda radical» de intentar «boicotear ilegalmente a Tesla, uno de los mayores fabricantes de autos del mundo y el ‘bebé’ de Elon». Según el republicano, esos ataques solamente buscan «hacerle daño a Elon y a todo por lo que lucha».
«Mostrar confianza y apoyo»
«Voy a comprar mañana por la mañana un nuevo Tesla para mostrar confianza y apoyo a Elon Musk, un gran estadounidense ¿Por qué se le está haciendo daño por poner su tremendo talento para ayudar a ‘Hacer América Grande de Nuevo’?», argumentó el presidente, que en alguna ocasión ha reiterado no ser amante de los coches eléctricos.
«Nunca me ha pedido nada y él ha construido una gran compañía, no debería ser penalizado porque es un patriota», prosiguió Trump frente a un sedan rojo de Tesla en el pórtico sur de la Casa Blanca. El republicano comparó el boicot que está sufriendo el empresario con acoso sufrido por él mismo, en su opinión, durante la campaña electoral.
En la zona del jardín de la Casa Blacna convertida en un escaparate de Tesla, Musk, junto a Trump, prometió que su compañía de vehículos eléctricos duplicará la producción en Estados Unidos en un plazo de dos años: «Quiero decir que, como parte de las grandes políticas del presidente Trump y su Administración y como un acto de fe en Estados Unidos, Tesla va a doblar su producción en Estados Unidos en los próximos dos años».
Tesla también ha visto caer sus ventas en toda Europa, en las últimas semanas tras el controvertido apoyo de Musk a grupos de extrema derecha. Sobre todo en Alemania, donde respaldó a la AfD durante la reciente campaña electoral.
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