Machismo, titulitis y otras mentiras
El machismo parece que lo invadía todo. El partido del Gobierno lo sufre en sus carnes. ¿Desde cuándo? Creo que es un mal ya antiguo pero que sus militantes femeninas ahora han perdido el miedo a denunciarlo. Han ascendido muchas a su cúpula directiva y eso les ha dado poder. Sin embargo a sus dirigentes les ha sorprendido en época preelectoral. Cuatro elecciones autonómicas están en ciernes y les dan en la cara. Muchos se muestran «sorprendidos» y hablan de vergüenza pero es que no se atrevían a denunciarlo porque es un mal para cualquier formación política, sobre todo para una que se considera de izquierda. Quizá por ese miedo repetían que era un partido feminista. ¿Quién votará ahora a la izquierda por ser antimachista o feminista? Algunas formaciones corregirán su idea pero la tendencia no desaparecerá inmediatamente? Aunque es un mal que abunda en el terreno político nacional e internacional. ¿Se han fijado en las cúpulas de los distintos partidos? Son escasas las mujeres en sus directivas. Y en muchos casos suben a formar parte de las mismas pero poco a poco se retiran o «las retiran».
[–>[–>[–>Pero el acoso machista no es el único que reluce en el panorama político. Viene después de la aparición de unos cuantos corruptos que pululaban por la cúpula o sus cercanías, de las controvertidas crisis de la llamada «lawfare», con el proceso al fiscal general y los próximos al hermano del presidente del Gobierno y al de su mujer.
[–> [–>[–>Un partido ahora ha cogido esas banderas ocasionales aunque, según antecedentes, no esté «libre de pecado». Pero respecto al poder de la mujer en su interior no hay más que mirar a sus directivas locales. Escasas candidaturas encabezadas por féminas en las próximas autonómicas y, al menos una, que ya ha sido «corregida» por Madrid. Claro que no solamente es responsable de la situación cada partido sino también los electores. Pronto veremos quién vota a las próximas candidatas en esas autonómicas mencionadas. A pesar de que demuestran ser más contundentes, más valientes cuando son portavoces. ¿Conseguirán ganar esta batalla? Eso espero, aunque no dejo de ser desconfiado. Ya tenemos precedentes en casos parecidos. También hemos de tener en cuenta otras crisis. ¿Se acuerdan de la ola de titulitis, hoy casi desparecida ya de los medios?
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La fiebre de la titulitis ocupó muchos titulares. Fue un tema fundamental. Resultó que una gran parte de los políticos mintió. Y digo una gran parte y no generalizo como hacen los populares (Los españoles piensan, los españoles quieren elecciones…) Se demostró que mentían cuando en una semana aparecieron como setas los políticos, nacionales, autonómicos o locales, que no tienen los estudios o los títulos de los que presumían. Algunos, no generalizo tampoco, han perdido perdón, aunque no han manifestado su arrepentimiento. Tampoco todos éstos han dimitido. Su argumento es que han sido elegidos, aunque no sean las personas que se han presentado a la elección, sino que han simulado serlo.
[–>[–>[–>El caso es que lo «mollar» no es la falta de títulos, de estudios, de preparación. Se puede llegar a ministro sin tener unos estudios, una carrera. Ya los ha habido. Lo fundamental es que un elegible no mienta, ya sea por la titulitis o por otra cosa; lo que sea, por ejemplo, la consideración de feminista, es decir, demócrata, que considera que mujeres y hombres son iguales. Si mienten una vez pueden mentir muchas, siempre. Y poca gente cree a un mentiroso. Además estos no se dan cuenta de que «se coje antes a un mentiroso que a un cojo», señala el dicho popular. Claro que si no se corrige la política sufrirá las consecuencias. Para ello hay que mejorar la justicia, democratizarla, dotarla, actualizarla. Que sea eficaz. Que sea justicia. Porque tampoco en el tercer poder del Estado abunda el feminismo. No hace falta comprobar la composición de los tribunales. Teniendo en cuenta que, según algunos datos, hay más mujeres en la judicatura que hombres.
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La desigualdad también existe a nivel internacional. El machismo subterráneo está latente. En algunos países más que en otros, donde el machismo y el matonismo triunfa clamorosamente. Las guerras suelen ser proclamadas por los hombres y quienes más la pagan, históricamente, son las mujeres. Repasen la historia y el mapa político internacional.
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