Pellegrino Matarazzo se mostró en su primer entrenamiento en Zubietael único con puertas abiertas que se podrá ver en meses, a menos que cambie la regla, como un técnico muy enérgico en la transmisión de sus ideas y en las correcciones, y que delegó mucho en sus asistentes, en particular en John Maisano. Fue el asistente australiano quien habló con el personal en español, mientras que el italoamericano lo hizo en inglés.

Matarazzo fue puntual y a las 11:30 dirigió al plantel y a los futbolistas al momento de saltar sobre el césped de Zubieta, cuyas gradas estaban repletas más de 30 minutos antes, con más de 1.000 personas entre los que podían sentarse allí y los que estaban de pie en el suelo. Pasión txuriurdin no entiende la crisis y el aplauso fue tremendo por parte de algunos seguidores que exigieron más días con las puertas abiertas como hoy y no solo uno y porque es navidad.

El nuevo entrenador txuriurdin Se ubicó al inicio de la sesión en el centro del campo, desde donde supervisó el primer ejercicio con tres grupos de futbolistas a las órdenes de sus asistentes John Maisano y Omer Topraky también Felipe Sánchez Mateosque ya formaba parte del cuerpo técnico de Sergio, como especialista en jugadas a balón parado José Rodrígueza quien también se pudo ver en el green, así como a otros miembros del staff (como con Sergio no hubo ensayo abierto, queda la duda de si antes esto era normal o no).

El italoamericano, de menor a mayor en el ensayo

Maïsano parecía en un principio el primer entrenador, pero Matarazzo aumentó su ‘presencia’ en la sesión, dirigiéndose a sus jugadores con mucha energía, tanto en ideas de juego como en correcciones. Entre sus asistentes y algunos futbolistas como Oyarzabal se aseguraron de que todos supieran lo que decía.

El nuevo entrenador realista detuvo con frecuencia ambos ejercicios. que se llevaron a cabo en campos más grandes que los primeros, todo indica que cada vez habrá menos paradas a medida que los jugadores acaben coincidiendo en sus ideas. Tras una hora y cuarto de intenso entrenamiento, entrenador y jugadores firmaron autógrafos y se hicieron los habituales selfies con la afición, especialmente con los más pequeños.