MEGAINUNDACIÓN MEDITERRÁNEO | Megainundación: un Mediterráneo desértico se rellenó de agua en menos de 16 años
El Mediterráneo pasó de ser un gigantesco lago seco y cubierto de sal a quedar inundado por el agua a través de una colosal megainundación que se produjo con increíble rapidez. De este modo se puso fin a la llamada crisis de salinidad del Messiniense, que se alargó entre 5,97 y 5,33 millones de años atrás. Ahora, los científicos han descubierto que esta inundación se produjo mucho más rápidamente de lo que se creía: entre 2 y 16 años, y con una velocidad de 115 kilómetros por hora.
Un equipo internacional de científicos ha identificado una serie de características geológicas en el sureste de Sicilia que confirman y brindan más datos sobre la inundación masiva que se produjo en toda la región.
El mar Mediterráneo quedó aislado del océano Atlántico y se evaporó, dando lugar a enormes depósitos de sal
«La megainundación de Zanclean fue un fenómeno natural impresionante, con tasas de descarga y velocidades de flujo que eclipsaron a cualquier otra inundación conocida en la historia de la Tierra«, afirma Aaron Micallef, autor principal del estudio e investigador del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey en California (EEUU). «Nuestra investigación proporciona la evidencia más convincente hasta el momento sobre este evento extraordinario», añadió.
Durante la crisis de salinidad del Messiniense, el mar Mediterráneo quedó aislado del océano Atlántico y se evaporó, dando lugar a enormes depósitos de sal que transformaron por completo el paisaje de esta parte del mundo.
No fue progresivo, sino abrupto
Durante años, los científicos habían pensado que este período seco terminó gradualmente, y que el Mediterráneo se rellenó a lo largo de un período de 10.000 años. Pero esta idea fue rebatida por el descubrimiento en 2009 de un canal de erosión que se extiende desde el Golfo de Cádiz hasta el mar de Alborán. El hallazgo apuntó a un único y masivo evento de inundación, que duró tan solo entre dos y 16 años, que se conoció como la megainundación de Zanclean.
Las estimaciones sugieren que esta megainundación tuvo una descarga de entre 68 y 100 Sverdrups (Sv), donde un Sv equivale a un millón de metros cúbicos por segundo.
La nueva investigación, publicada en la revista Communications Earth & Environment, combina características geológicas recién descubiertas con datos geofísicos y modelos numéricos para proporcionar la imagen más completa obtenida hasta ahora de dicha megainundación.
Estudiando las crestas submarinas
Los investigadores estudiaron más de 300 crestas situadas en un corredor submarino que cruza el Sill Sicily (‘umbral de Sicilia), un puente de tierra sumergido que en su día separaba las cuencas mediterráneas occidental y oriental, dividiendo este mar en dos mitades.
«La morfología de estas crestas es compatible con la erosión que habría causado un flujo de agua turbulento a gran escala con una dirección predominantemente noreste», afirma el profesor Paul Carling, de la Universidad de Southampton y coautor del estudio.
Este flujo y la marca que dejó en estas crestas submarinas «revelan el inmenso poder de la megainundación de Zanclean y cómo reformó el paisaje, dejando huellas duraderas en el registro geológico».
Cuando tomaron muestras de estas crestas, los miembros del equipo descubrieron que estaban cubiertas por una capa de escombros rocosos que contenían material erosionado de los flancos de la cresta y de la región circundante, lo que indica que se depositó allí muy rápidamente y con una fuerza inmensa.
Esta capa geológica se ubica justo en el límite entre los períodos Messiniense y Zanclean, que es cuando se cree que ocurrió la megainundación.
Utilizando datos de reflexión sísmica (una especie de ultrasonido geológico que permite a los científicos ver capas de roca y sedimento debajo de la superficie), los investigadores descubrieron un «canal en forma de W» en la plataforma continental al este del ‘umbral de Sicilia’.
Un canal submarino en forma de W actuó como cascada por la que se precipitó el agua desde el oeste hacia el este del Mediterráneo
Este canal, tallado en el lecho marino, conecta las dorsales con el Cañón Noto, un profundo valle submarino ubicado ya en el Mediterráneo oriental. La forma y la ubicación del canal sugieren que éste actuó como un embudo enorme, o como una gigantesca cascada por la que fluyó el agua en dirección a la otra parte del Mediterráneo. Cuando las aguas de la megainundación se derramaron sobre el estrecho de Sicilia, este canal probablemente llevó el agua hacia el Cañón Noto y hacia el Mediterráneo oriental.
Agua a 115 kilómetros por hora
El equipo desarrolló modelos informáticos de la megainundación para simular cómo podría haberse comportado el agua. Según los resultados de estas simulaciones, la inundación habría cambiado de dirección y aumentado en intensidad con el paso del tiempo, alcanzando velocidades de hasta 32 metros por segundo (115 kilómetros por hora), excavando canales más profundos, erosionando más material y transportándolo a distancias más largas. «Estos hallazgos no sólo arrojan luz sobre un momento crítico en la historia geológica de la Tierra, sino que también demuestran la persistencia de las formas del relieve a lo largo de cinco millones de años», añadió Micallef.
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