menos liderazgo global y más esferas de influencia
El administración de donald trump ha presentado su nueva Estrategia de Seguridad Nacional con importantes cambios respecto a la política exterior tradicional de Estados Unidos. Esta nueva versión diseñada desde la Casa Blanca no hace referencia expresa a la competencia entre grandes potencias ni una sola vez. Además, adopta un tono más conciliador hacia sus competidores (especialmente China). El desafío propuesto es «gestionar las relaciones europeas con Rusia» y trabajar para «reequilibrar la relación económica de Estados Unidos con China».
El documento, que ha levantado ampollas en el Viejo Continente, sostiene que Europa se enfrenta a la «desaparición de su civilización» y describe a su aliado como un adversario. El inquilino de la Casa Blanca ratificó el veredicto este lunes: «Europa va en la dirección equivocada y es muy malo para su gente». Además del tono ofensivo hacia los europeos, el documento expresa el deseo de Trump de Normalizar las relaciones con Rusia.
La nueva doctrina se centra en el hemisferio occidental, especialmente en cuestiones como el comercio y la inmigración. «La conclusión es que Estados Unidos está menos interesado en la competencia estratégica y más abierto a esferas de influencia»escribe el experto Scott R. Anderson del Instituto Brooking, quien sostiene que la Estrategia de Seguridad Nacional contiene «elementos de cambios estructurales que perdurarán más allá de Trump», como la distribución de responsabilidades, la crítica de las instituciones globales y la centralidad de los intereses económicos. Estos son los diez puntos más relevantes del documento.
1. «Estados Unidos primero» como doctrina central
Se propone el rechazo a cualquier tipo de intervencionismo internacional y al concepto de policía global que ha sostenido EE.UU. en las últimas décadas. El documento es muy crítico con los líderes estadounidenses que durante años intentaron convencer a la sociedad estadounidense de la necesidad de asumir el papel de país dominante, ya que Esta política agotó los recursos en guerras y conflictos extranjeros.fortaleció a los países aliados que cargaron a Estados Unidos y destruyeron a la clase media a través de una «globalización irresponsable». Lo que se propone a partir de ahora es intervenir sólo cuando los intereses del país se vean directamente amenazados en lugar de promover la democracia y los derechos humanos.
2. Fin de la era de la migración masiva
Es el objetivo número uno de la administración Trump. El cierre de fronteras, especialmente para los mexicanos y para quienes llegan de países musulmanes y pobres, es un hecho anunciado por Trump en repetidas ocasiones. En la redacción de la Estrategia de Seguridad se defiende que La llegada de inmigrantes ha puesto a prueba los recursos nacionales y ha aumentado la violencia, además de debilitar la cohesión social y distorsionar el mercado laboral. Todo esto, dice el documento, ha obligado a un mayor despliegue militar en la frontera y al uso de fuerza letal contra los cárteles de la droga. Una frontera controlada – sostiene el documento – es «fundamental para la supervivencia de Estados Unidos como república soberana».
3. «Corolario de Trump» a la Doctrina Monroe
La Doctrina Monroe, establecida en 1823 por Estados Unidos para expulsar a las potencias europeas del continente americano, ha sido resucitada por Trump para asegurar la hegemonía estadounidense en el hemisferio occidental. con eso El objetivo es distanciar la presencia china en la región -cada vez más grandes e influyentes-, reducir los flujos migratorios desde el sur e impedir la propiedad o el control extranjero de activos estratégicos, como el Canal de Panamá. Para ellos, se recomienda un reajuste militar en esta región -como el despliegue de 15.000 tropas, incluidos portaaviones en el Caribe-, operaciones contra grupos criminales y exportadores de drogas, contratos exclusivos con empresas estadounidenses, acceso estratégico a los recursos naturales de la región y presión a los gobiernos latinoamericanos para promover candidatos alineados con la ideología de Trump.
4. Competencia económica con China
La relación económica con China ha sido «desequilibrada» y requiere un reinicio total. Trump quiere revertir «tres décadas equivocadas», una época en la que Beijing se abrió al mundo gracias al impulso globalista de la presidencia de Bill Clinton que propició el enriquecimiento chino, cuyas autoridades utilizaron ese poder contra Estados Unidos con la connivencia de las élites estadounidenses, señala el informe. Como medicamento, su objetivo es eliminar las prácticas comerciales desleales, detener el «robo de propiedad intelectual y el espionaje industrial», proteger las cadenas de suministro y el acceso a minerales críticos, y detener la exportación de precursores de fentanilo desde territorio chino. Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, se estima que 48.422 personas murieron por sobredosis de este fármaco.
5. Reparto de carga entre aliados
Los países aliados han puesto la factura de su propia defensa en las arcas estadounidenses. A partir de esta presidencia, el orden mundial ya no contará con el apoyo económico del país más poderoso porque los estados amigos tendrán que pagar la factura de su seguridad. La reunión anual de la OTAN en La Haya en julio estableció que todos los miembros deben gastar el 5% del PIB en defensa (el doble del 2,5% anterior). Europa debe construir una estructura defensiva sin depender de los estadounidensesy para Japón y Corea del Sur -los dos mayores aliados en Asia- se pide mayor gasto e inversión en capacidades para la defensa de la primera cadena de islas, que incluye a Taiwán.
6. Reindustrialización
Para que «Estados Unidos vuelva a ser grande» es necesario fortalecer la industria nacional. Para ello surge la necesidad de revertir décadas de desindustrialización y dependencia de fabricación extranjera, principalmente china. El documento cita a Alexander Hamilton: «Estados Unidos nunca debería depender del poder externo para obtener componentes críticos necesarios para la defensa o la economía de la nación». La Estrategia propone más aranceles, nuevas tecnologías que favorezcan la producción industrial, mejorando el nivel de vida de los trabajadores y reduciendo la dependencia de minerales y materiales críticos. Se enfatiza un enfoque a favor de los trabajadores y no sólo a favor del crecimiento, dando prioridad a los trabajadores estadounidenses sobre el «talento global» que los desplaza.
7. Dominio de la energía total
La expansión de la producción de energía fósil se propone como petróleo, gas, carbón y energía nuclear. La Estrategia rechaza la «ideología del cambio climático», que «ha dañado enormemente a Europa y amenaza a Estados Unidos» en favor de sus adversarios. El objetivo es obtener energía barata y abundante crear empleos bien remunerados, reducir los costos para los consumidores y las empresas, impulsar la reindustrialización, mantener la ventaja en sectores como la inteligencia artificial y las tecnologías de punta y, en última instancia, convertir la energía en una herramienta geopolítica a través de las exportaciones netas. Desde 2017, Estados Unidos es el mayor productor de petróleo del mundo, superando a Arabia Saudita y Rusia, gracias en gran parte a la explotación de depósitos de esquisto a través de tecnologías como la fracturación hidráulica, más conocida como el fracking.
8. Disuasión militar y «paz mediante la fuerza»
El documento de Seguridad Nacional presenta a Donald Trump como «el presidente de la paz», habiendo participado en ocho conflictos de paz en apenas nueve meses. Se citan los casos de Camboya-Tailandia (el conflicto se ha reabierto estos días), Kosovo-Serbia, República Democrática del Congo-Ruanda; Pakistán-India; Israel-Irán; Egipto-Etiopía; Armenia-Azerbaiyán y la guerra de Gaza (con todos los rehenes devueltos). Los objetivos son establecer una disuasión nuclear más robusta y creíble, el desarrollo de defensas antimisiles de próxima generación, la instalación de una «Cúpula Dorada» como la israelí para territorio estadounidense y la capacidad de negar una posible agresión en toda la primera cadena de islas (desde Japón hasta Taiwán).
9. Soberanía nacional absoluta
El mundo funciona mejor – dice el documento – cuando las naciones priorizan sus propios intereses sobre los intereses del grupo, en clara referencia a la Unión Europea. Por ello, añade, Estados Unidos rechaza las «intrusiones» de organizaciones transnacionales que «erosionan la soberanía nacional». Elon Musk, exasesor de Trump, expresó este fin de semana su deseo de que la UE desaparezca. El documento propone reformar las instituciones para que «ayuden en lugar de obstaculizar la soberanía individual» y reduzcan la influencia del «transnacionalismo que busca explícitamente disolver la soberanía estatal individual».
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