Merz sella su pacto de gobierno para «trabajar desde el primer día por Alemania y por Europa»

«Este país necesita un gobierno que funcione desde el primer día y eso es lo que haremos. (…) Es lo que piden nuestros ciudadanos y es lo que reclama Europa«: con estas palabras y un acto de menos de una hora, incluidos discursos y la firma del pacto por los partidos implicados, dio el líder conservador alemán, Friedrich Merz, por culminado el proceso que le convertirá este martes en canciller. Lo hizo, como ha hecho en toda la negociación hasta alcanzar su alianza de gobierno, rodeado por los dos líderes del Partido Socialdemócrata, Lars Klingbeil y Saskia Esken, y también por el bávaro Markus Söder, jefe de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), el partido hermanado a su Unión Cristianodemócrata (CDU).
El acto tuvo lugar en el Gasometer, una antigua planta industrial de Berlín, ahora centro de eventos culturales. En ese mismo escenario acogió el último acto de campaña en la capital alemana de la CDU/CSU, antes de las elecciones que llevaron en febrero a los conservadores a una clara victoria, con ocho puntos de ventaja sobre el segundo, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). El Gasometer representa no solo esa victoria conservadora, sino que a escala berlinesa es un símbolo del corazón rojo e industrial de la capital, con arraigo socialdemócrata. La elección redondeaba la búsqueda de un equilibrio o protagonismos compartidos entre los dos flancos de la alianza de gobierno.
«Hemos logrado formar un equipo con la fuerza y la competencia que el país precisa», añadió Merz, para valorar a continuación el buen clima con que han discurrido unas negociaciones de coalición que, para lo que es habitual en Alemania, se han desarrollado con bastante celeridad. En otras ocasiones, con Angela Merkel en el poder, se precisaron hasta seis meses para lograr un acuerdo de gobierno. «A partir de mañana, tras mi previsible elección (en el Parlamento federal) e investidura, pondremos en marcha nuestro programa de reformas e inversiones«, garantizó el líder conservador.
El papel de Alemania
«El mundo está en un punto de inflexión, de cambio, de incertidumbres. Alemania debe asumir su papel«, reclamó por su parte Klingbeil. El co-presidente del SPD será el segundo en la coalición, con rango de vicecanciller, mientras que su compañera en la jefatura bicéfala, la más izquierdista Esken, ha quedado fuera y entre rumores de un final más o menos cercano en las estructuras del SPD.
Klingbeil comparte con Merz no solo la voluntad de poner el nuevo gobierno rápidamente en marcha, sino un handicap: ninguno de los dos tiene experiencia de gobierno. Algo que tal vez no sorprenda en Francia u otros grandes socios europeos, pero que en Alemania no es lo habitual.
A la firma del pacto seguirá la noche de este lunes el ‘Zapfenstreich’ o toque de retreta, la ceremonia nocturna militar con que se despide del cargo a cancilleres, presidentes o ministros de Defensa. Su destinatario será Olaf Scholz, quien el martes completará previsiblemente el traspaso de poderes a Merz.
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