Milei sufre un nuevo revés en el Congreso argentino a su controvertido plan económico
Después de una semana de derrotas parlamentarias que presagian mayores dificultades, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha perdido por completo la paciencia con el Congreso y las voces más radicales de la ultraderecha que pululan por las redes sociales vuelven a soñar con un «Fujimorazo», como se conoció el cierre de la legislatura en Perú dispuesto por el autócrata Alberto Fujimori, en 1992. «El Congreso de la Nación está realizando ahora mismo un golpe de Estado camuflado y dosificado al demoler el plan económico», aseguró horas atrás ‘El Gordo Dan’, uno de los principales ‘influencers’ de la ultraderecha en X. Su voz favorable a soluciones drásticas suele replicarse en otros ultras de su talla.
Si bien no existen en Argentina las condiciones políticas para un movimiento de esa naturaleza, al Gobierno del anarcocapitalista se le hace imposible sostener su programa, al que denomina «el mayor ajuste de la historia» sin el acompañamiento de la legislatura. El Senado convirtió en ley la financiación universitaria por 58 votos a favor, 9 en contra y tres abstenciones, una cifra por encima de los dos tercios que permitirá resistir un nuevo veto presidencial. También aprobó por 62 votos a favor y 8 en contra la Emergencia en pediatría y rechazó de manera definitiva cinco decretos que buscaban desguazar áreas claves el Estado. Hasta sectores «aliados» levantaron sus manos en esta oportunidad. También lo habían hecho en la Cámara de Diputados para darle la luz verde a la asistencia a los discapacitados. El oficialismo solo logró sostener el veto de Milei a un módico incremento de las pensiones.
La gestión del extertuliano televisivo ha entrado en un laberinto. El Congreso aprueba leyes que, según su óptica, contravienen el equilibrio fiscal, aunque suponen un mínimo gasto público. Milei redujo a cero los impuestos a la minería y benefició a los sectores agropecuarios con medidas en la misma dirección. Pero el presidente no quiere mostrarse concesivo con sectores políticos o sociales adversos. Entonces veta las iniciativas que salen de la legislatura aunque no representen un dinero público importante. El Parlamento las vuelve a aprobar y solo queda para la ultraderecha el camino judicial.
Milei esperaba ese desenlace y por eso acusó al Parlamento de ser cautivo del kirchnerismo. Habló de «secuestro». En octubre tendrán lugar los comicios legislativos nacionales. Aunque al oficialismo le vaya bien en las urnas, no hará más que sumar parte de los diputados y senadores que en la actualidad pertenecen a la derecha tradicional del partido fundado por el magnate y expresidente Mauricio Macri.
Peligros en ciernes
Los hermanos Milei no saben por el momento cómo contener al único espacio donde la oposición es relativamente eficaz para frenar la ofensiva transformadora. A estas alturas no solo se trata de un pulso sobre las leyes de uno u otro lado. La Cámara de Diputados ha logrado reactivar la comisión que busca dilucidar el ‘criptogate’, como se conoce la estafa con activos digitales que involucra al presidente y su hermana. Pero en Ciputados pueden abrirse otros frentes de tormenta a la luz de dos escándalos: las más de 100 muertes por fentanilo infectado que arrojaron luz sobre los efectos de la desregulación estatal y la presunta trama de sobornos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) que expone también a la figura de Karina Milei.
El presidente asumió sus funciones el 10 de diciembre de 2023 de espaldas al Congreso, todo un gesto y un presagio de tormentas. En su interior, insistió, anida la «casta», cuyo repudio le permitió en las elecciones de ese año capitalizar el enojo social con los políticos tradicionales. Fue sin embargo la misma «casta» la que le permitió siempre aprobar sus iniciativas más controvertidas en medio de denuncias de compra de voluntades. El caso más sonado es el del senador peronista Edgardo Kueider, quien fue arrestado en Paraguay cuando intentó cruzar la frontera con miles de dólares que no pudo justificar. Kueider espera ser extraditado y algunos dirigentes oficialistas temen que cuente cuál ha sido su fuente de súbito enriquecimiento.
«El peor momento de Milei en el parlamento no tiene aún un traslado directo a las encuestas, pero debería representar una preocupación en la Casa Rosada (sede del Ejecutivo): si bien los traspiés legislativos en sí mismos no matan a un Gobierno, si se repiten semanalmente, como está ocurriendo, producen una erosión permanente con consecuencias impredecibles», señaló el portal ‘Letra P’. Es la suerte de la economía lo que puede amargar más las expectativas de la ultraderecha de cara a los comicios legislativos provinciales de septiembre y los nacionales de octubre.
La crisis con el Congreso tiene lugar en medio de las dificultades de Milei para sostener el precio artificial del dólar, el único garante del control inflacionario. Las autoridades económicas estimulan la especulación financiera y ofrecen tasas de interés superiores al 70% en un país con una inflación anual inferior al 30% a cambio de que los inversores y bancos no adquieran la divisa norteamericana. El efecto recesivo de esa medida es palpable. Por tercer mes consecutivo ha vuelto a caer el consumo. Han cerrado más de 15.000 pequeñas y medianas empresas.
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