miles de asturianos se lanzan a la calle en el vermú de Nochebuena
La ya conocida como «Tardebuena», el vermú alargado en el día de Nochebuena hasta la hora de la cena, se ha convertido en una cita fija del calendario festivo en Asturias. Oviedo, Gijón y Avilés, junto a muchas otras localidades de la región, vivieron este miércoles una jornada marcada por la alta afluencia desde primeras horas de la tarde. Miles de personas ocuparon terrazas y espacios públicos al aire libre, desafiando al mal tiempo, lo que consolida, según los hosteleros, un cambio claro en los hábitos de consumo: se opta cada vez más por salir de día y la noche pierde protagonismo.
[–>[–>[–>Esa tendencia, según quienes disfrutaron del vermú de Nochebuena y varios profesionales del sector, viene creciendo desde la pandemia y gana fuerza edición tras edición.
[–> [–>[–>En Oviedo, el fenómeno está plenamente asentado. «Se da la combinación perfecta: la gente está de vacaciones, muchas personas vuelven por Navidad y tienen ganas de estar en la calle y socializar», explica el hostelero ovetense Pepe Reina Tartiere, que gestiona varios locales (Casto, Aguaducho Mami y Feroz) y señala 2022 como el punto de inflexión de la «Tardebuena», un fenómeno que se da en toda España. «Es increíble la gente que se junta. Para Oviedo es como otro día más de San Mateo. En la ciudad llovió mucho y dio igual», destaca.
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En la capital asturiana, los principales puntos de encuentro fueron el Campo San Francisco, la plaza de la Catedral, la calle San Bernabé y el entorno de la plaza de Riego. Reina calcula que en el Campo San Francisco pudieron concentrarse más de 20.000 personas, con imágenes propias de las grandes fiestas de la ciudad. «No dimos abasto», concreta.
[–>[–>[–>Ni la lluvia ni el cielo gris lograron empañar la «Tardebuena» de Gijón, con miles de grupos de amigos y familias reunidos en distintos puntos de la ciudad, aunque con un ambiente algo más contenido que en otros años. Aun así, las ganas de verse, brindar y mantener la costumbre pesaron más que el mal tiempo. La Ruta de los Vinos fue uno de los enclaves más concurridos, como el elegido por el grupo de Laura Cerezo. «Venimos todos los años, es tradición ya», contaba, mientras reconocía que el plan tenía límite: «Aquí estaremos hasta que mi abuela me llame y me diga que tengo que ir a cenar».
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A la izquierda, Sandra Morín, Marina Tres Palacios, Fernando Tres Palacios, Arturo Merediz, Paula Prendes, María José Fresno y Ana Argüelles, el miércoles, en la Ruta del Vino de Gijón. / LNE
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Geli Zarracina, propietaria de la vermutería gijonesa que lleva su nombre, en la Ruta de los Vinos, subraya que la «Tardebuena» es una forma de mantener vivo el espíritu navideño. «Estuvo a tope de gente. El año pasado ya fue exagerado y este, pese al tiempo, más de lo mismo. Ahora la gente joven sale menos de noche; eso murió. Prefieren salir por la tarde, alargar y luego quedar en casa», explica. Zarracina destaca además «el buen rollo, las buenas formas y la educación» del público y vaticina que la tradición de alargar el vermú va para largo.
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[–>También hubo quienes optaron por cumplir la tradición de forma más breve. «El plan es reunirnos con amigos, tomar algo para festejar la Nochebuena y luego ir a casa a preparar la cena», explicaba Sandra Morín, acompañada de Marina Tres Palacios, Fernando Tres Palacios, Arturo Merediz, Paula Prendes y María José Fresno. «El vermú por la mañana y para casa», resumían.
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En Avilés, la «Tardebuena» también se vivió con intensidad. «Estuvimos a tope. La gente apuesta más por el tardeo, porque además puede ser apto para las familias y no solo para los jóvenes. Creo que es algo que se quedará a largo plazo», apuntó Pepo Martínez, socio del Yanik, en la plaza Hermanos Orbón. El entorno de la plaza del Carbayedo también estuvo a rebosar, con avilesinos disfrutando de una «Tardebuena» que ya es un clásico en Asturias.
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