Netanyahu vincula el asesinato de dos trabajadores de la embajada en Washington con el aumento de la presión internacional contra Israel
El asesinato de dos trabajadores de la embajada de Israel a las puertas del Museo Judío de la Capital en Washington ha activado todas las alarmas en las delegaciones israelíes. El primer ministro Binyamín Netanyahu lo ha vinculado con el aumento de la presión internacional contra su país, por sus brutales acciones en Gaza. «Estamos presenciando el terrible precio del antisemitismo y la incitación desenfrenada contra el Estado de Israel», ha dicho, a la vez que ha anunciado una intensificación de la seguridad en las embajadas israelíes en todo el mundo. «Los libelos sangrientos contra Israel nos están costando sangre y debemos combatirlos sin descanso», ha añadido.
Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim abandonaban el museo este miércoles por la noche después de un evento del Comité Judío Americano cuando un joven de 30 años, identificado como Elías Rodríguez, les disparó acabando con su vida. Durante su detención, gritó «¡Palestina libre!» en varias ocasiones. A través de su oficina, Netanyahu ha afirmado estar «conmocionado por el horrible asesinato antisemita», y ha agradecido a la fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, y a su presidente, Donald Trump, por «posicionarse claramente contra el antisemitismo».
«He ordenado que se refuercen las medidas de seguridad en las misiones diplomáticas israelíes en todo el mundo y en torno a los representantes del Estado», ha anunciado Netanyahu. El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, ha anunciado que las banderas ondearán a media asta durante la jornada de este jueves en memoría de las víctimas. «Este es el resultado directo de la incitación antisemita tóxica contra Israel y los judíos de todo el mundo», ha afirmado, advirtiendo que las misiones y los representantes israelíes son cada vez más blanco de ataques que han «cruzado todas las líneas rojas». «Dejen de incitar a Israel, dejen de hacer falsas acusaciones», ha instado a los líderes mundiales.
Ataque contra diplomáticos europeos
La agresión en la capital estadounidense tiene lugar la misma semana que algunos países europeos han decidido aumentar la presión sobre Israel. Tras año y medio de guerra, y más de 53.760 muertes palestinas después, el posicionamiento de Europa está cambiando. Varios países se están planetando someter a sanciones a algunos ministros israelíes por su papel en el sufrimiento de la población civil en Gaza. Un día antes de estos asesinatos, la Unión Europea se abrió a revisar el Acuerdo de Asociación con Israel para ver si cumple con sus obligaciones con los derechos humanos. Casi a la vez, el Reino Unido anunciaba la suspensión formal de las negociaciones con Israel para un nuevo acuerdo comercial bilateral.
Esta renovada presión ha motivado a las autoridades israelíes a permitir la entrada de ayuda humanitaria en el enclave tras casi tres meses de bloqueo, y decenas de vidas perdidas por la hambruna. El mismo miércoles, una delegación con diplomáticos europeos que contaba con presencia española recibió tiros de advertencia por parte de las tropas israelíes cuando visitaban el campo de refugiados de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada. No se reportaron heridos. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, convocó a una reunión al embajador de Israel en España. Francia, Italia y Portugal anunciaron que harían lo mismo, mientras que la Unión Europea ha pedido al Gobierno israelí que investigue el incidente.
Netanyahu se apropia de la «Riviera» de Trump
Durante la noche del miércoles, Netanyahu se pronunció en rueda de prensa por primera vez en meses con un claro mensaje para Europa. Los países europeos no «influirán» ni «harán abandonar» a Israel de sus objetivos en Gaza, dijo el primer ministro, subrayando que se opondrá a su intención de reconocer el Estado palestino porque eso sería «el premio gordo» para Hamás. «Seguiremos haciendo lo necesario para completar la guerra», afirmó, confirmando que Israel estaría dispuesta a asumir sanciones por su ofensiva en Gaza. También anunció que Israel controlaría la Franja al terminar la guerra.
Netanyahu estableció las siguientes condiciones para poner fin a la guerra: la liberación de todos los cautivos –quedan 58 en el enclave–, el desarme de Hamás, el exilio de sus líderes y la posibilidad de llevar a cabo el plan de la «Riviera de Oriente Próximo» esbozado por Trump en febrero que expulsaría a los palestinos de Gaza. Se trata de la primera vez que el primer ministro israelí menciona el plan de Trump como una de las condiciones para detener los combates. Numerosas naciones y organizaciones de derechos humanos lo han calificado de limpieza étnica. Mientras, en el enclave palestino, continúan los ataques, que, desde la madrugada de este jueves, ya han matado a 51 personas.
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