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ni el Congreso ni otros organismos verifican qué estudian sus representantes

ni el Congreso ni otros organismos verifican qué estudian sus representantes
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  • Publishedjulio 24, 2025



El plan de estudios académico de Noelia Núñez parecía impecable: un doble título en derecho y ciencias legales de la administración pública. Pero no fue real. La propia Núñez ha reconocido que mintió. Comenzó justo en la Universidad Complutense de Madrid, pero luego, como se dijo a sí misma, «se volvió un poco loca» y cambiado a doble grado … que nunca terminó.

Lo curioso es que este falso grado no apareció solo en una red social o en un perfil de LinkedIn: también apareció en dos organismos públicos. En él Portal de transparencia de la ciudad de Fuenlabrada —Ndo era concejal y en el Perfil oficial como diputado en el Congreso. En ambos lugares, hubo una buena capacitación que nunca se completó.

Nadie lo revisa

¿Cómo puede tal mentira terminar publicada en canales oficiales? Porque, simplemente, nadie lo verifica. Ni en el Congreso ni en otros niveles de administración hay un sistema de verificación curricular. El procedimiento es tan simple como pedirle al diputado que complete sus propios datos. Es él, o ella, quien dice lo que estudióy eso se publica tal como está.

No se solicita el título. No se llama a la universidad. Nada se contrasta. Se da por sentado que dicen la verdad.

¿Y si mienten? Bueno, no pasa nada. Se les pide que lo corrigan, sin más. No hay multas, ni descalificación, ni siquiera una sanción administrativa. Pueden modificar su perfil tantas veces como quieran. Hay diputados que han cambiado su plan de estudios varias veces durante la Legislatura. Lo único que marca la regulación del Congreso, en su artículo 6.3, es que deben actuar bajo el principio de «honestidad».

Tampoco los bienes

Lo mismo ocurre con las declaraciones de propiedad. Cada diputado ofrece una relación de sus activos e ingresosPero tampoco hay cheque. Es, nuevamente, un acto de fe. Si alguien miente, el Congreso no planea ningún castigo.

Desde 2014 ha habido al menos Tres propuestas para sancionar estas falsedades. El primero vino después El caso de Francisco Granadosque escondió el patrimonio al Senado. Pero ninguno se ha presentado. Mentir todavía no tiene consecuencias.

Un sistema que confía en todo

Él Noelia Núñez Caso No es una excepción. En los últimos años, se han detectado planes de estudio falsos o inflados en múltiples instituciones: Desde el generalitat hasta la asamblea de Madrid, a través de organismos públicos como el Observatorio de Salud de CantabriaDonde su director renunció cuando se descubrió que no había terminado la carrera que decía.

Incluso La universidad privada En el que Núñez afirmó haber clasificado cualquier referencia a ella desde su sitio web. Otra señal.

Y mientras tanto, los mecanismos de control aún no existen. Porque Todo se basa en confiar. Y si alguien miente, se le pide que lo arregle. Pero no hay castigo. Ni uno.



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