“No estoy en absoluto feliz con Putin. Vamos a tener que enviar más armas a Ucrania”
Cinco días después de que Estados Unidos interrumpiera el envío de algunos sistemas armamentísticos a Ucrania, justo cuando se recrudecía una ofensiva de Rusia el presidente Donald Trump ha anunciado este lunes que pretende enviar más armas a Kiev.
“Vamos a tener que hacerlo”, ha dicho Trump en la Casa Blanca, donde ha asegurado que se tratará “sobre todo de armas defensivas” porque, ha asegurado, “les están golpeando muy, muy fuerte”.
En unas declaraciones ante la prensa que no estaban previstas inicialmente en su agenda, y que se han producido conforme se disponía a cenar con el primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, que ha anunciado que ha nominado a Trump para el premio Nobel de la paz, el estadounidense se ha declarado públicamente enfadado con el presidente de Rusia.
“No estoy en absoluto feliz con (Vladimir) Putin”, ha dicho Trump, que se ha mostrado “decepcionado” con su homólogo de Moscú, que en una llamada que ambos mantuvieron el jueves le instó a poner fin al conflicto pero se encontró con la negativa del Kremlin. Putin, en esa conversación, dejó claro a Trump que “no renunciará a sus objetivos” en Ucrania.
En sus declaraciones a la prensa este lunes, no obstante, Trump ha insistido una vez más en que la guerra lanzada por el líder ruso en Ucrania no se habría iniciado si él, en lugar de Joe Biden, hubiera estado en el Despacho Oval en febrero de 2022, cuando Putin inició la última fase de la contienda.
Avance con Zelenski
El viernes, mientras, Trump mantuvo una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y según informó este tras el diálogo, los dos líderes ya acordaron entonces reforzar la protección de Ucrania. “Hemos hablado de oportunidades en defensa aérea y hemos acordado que trabajaremos juntos para reforzar la protección de nuestro cielo”, dijo Zelenski.
‘The Wall Street Journal’ ha publicado este lunes que en esa llamada Trump le dijo a Zelenski que no era personalmente responsable de la pausa en el envío de sistemas de defensa aérea Patriot y otras armas de precisión a Kiev. Le informó de que había pedido una revisión de sus inventarios de armamento tras el ataque a las instalaciones nucleares de Irán, un bombardeo al que Teherán contestó días después con una lluvia (anunciada) de 14 misiles sobre una base de EEUU en Qatar que fueron interceptados. El estadounidense dijo también a Zelenski, en cualquier caso, que él no ordenó la congelación de la ayuda.
Esa decisión, según declaraba este lunes en rueda de prensa la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, la tomó el secretario de Defensa, Pete Hegseth, “para asegurar que todo lo que sale por la puerta se alinea con los intereses de EEUU”.
El Pentágono había argumentado que la pausa en el envío de arsenal militar (interceptores antimisiles Patriot, misiles antiaéreos AIM-120, rondas de munición howitzer, misiles Hellfire AGM-114, misiles GMLRS y misiles antitanques Stinger, así como lanzadores de granadas) se debía a que las existencias en su propio arsenal estaban, supuestamente, en niveles críticamente bajos. Ahora tendrán que explicar cómo la determinación ha cambiado en menos de una semana.
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