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No, las personas pelirrojas no se están extinguiendo

No, las personas pelirrojas no se están extinguiendo
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  • Publishednoviembre 18, 2024


Ya sea rojizo, cobrizo o anaranjado, el pelo rojo seguirá formando parte de nuestra diversidad genética, afirman los especialistas.

Tanto en la pantalla como en la vida cotidiana, las personas pelirrojas llaman la atención, y con razón. Este rasgo se considera exótico, ya que sólo aparece en una o dos de cada 100 personas. Aunque las variantes genéticas que producen este color son raras, no hay motivos para pensar que los pelirrojos vayan a desaparecer, aunque esta idea resurge de vez en cuando.

El origen del pelo rojo

Para entender por qué las pelirrojas no desaparecen, primero hay que entender por qué existen. Esta característica ha despertado el interés no sólo en los tabloides, sino también en la ciencia. De hecho, hay más estudios sobre las variaciones en el color del cabello humano de los que podríamos imaginar, y las investigaciones dejan claro que el cabello rojizo no es cada vez más raro ni desaparecerá pronto.

El pelo rojo tiene raíces muy antiguas. Los análisis de ADN de hace 50.000 años revelaron que algunos neandertales eran pelirrojos de piel clara. En China, se encontró una momia de la Edad del Bronce, conocida como la Belleza de Loulan, con cabello rojizo bien conservado, que data de unos 3.800 años. Ya desde el siglo V, el mítico rey Reso de los antiguos tracios aparecía representado en la cerámica griega con el pelo y la barba de color zanahoria.

La genética detrás del pelo rojo

Las variantes genéticas que provocan el pelo rojo son recesivas. Esto significa que se necesitan dos copias del gen, una de cada padre, para que un niño herede este rasgo. Si ambos padres son pelirrojos, es casi seguro que su hijo tendrá el pelo rojizo, explica Zorina-Lichtenwalter.

En su libro “Red: A History of the Redhead”, la autora Jacky Colliss Harvey describe las probabilidades de tener un hijo pelirrojo como “los dos de tréboles en el gran juego de cartas genéticas, superados”. para casi todas las demás cartas de la baraja”.

El gen responsable, conocido como MC1R (receptor de melanocortina 1), fue identificado en 1995 por un equipo dirigido por Ian Jackson, profesor emérito de la Universidad de Edimburgo en Escocia. Este gen regula la producción de melanina, el pigmento que protege la piel de la radiación ultravioleta y determina el color del cabello, los ojos y la piel. La eumelanina produce cabello castaño o negro, mientras que la feomelanina produce tonos rojizos o rubios, piel clara y pecas.

En los pelirrojos, las células de la piel (melanocitos) tienen una variante en el receptor que no activa el cambio de pigmento de amarillo/rojo a marrón/negro protector tras la exposición a la luz ultravioleta. Esto explica por qué las pelirrojas tienden a quemarse fácilmente con el sol.

Ventajas y desafíos evolutivos

La pigmentación clara ofreció una ventaja clave a las poblaciones que migraban de regiones soleadas al norte de Europa, donde predominan los cielos grises y los días cortos de invierno. “Hubo una presión evolutiva para perder pigmentación en la piel”, explica Zorina-Lichtenwalter, ya que la piel clara absorbe más radiación ultravioleta, lo que facilita la producción de vitamina D, esencial para la salud ósea y la protección contra la inflamación.

Estos beneficios aumentaron las posibilidades de que las mujeres sobrevivieran al embarazo y al parto, transmitiendo los genes del cabello rojizo o rubio a su descendencia. Por ello, este rasgo se volvió especialmente común en Reino Unido e Irlanda, donde se estima que hasta un 10% de la población tiene el pelo rojizo.

El pelo rojo no es sólo un rasgo llamativo, sino también un testimonio de cómo la genética y la evolución dan forma a la diversidad humana.



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